Pátzcuaro
Magia, historia y belleza
Aquí los paisajes naturales se fusionan a la perfección con las casas típicas, los rincones, los empedrados de las calles y las plazas, donde la gente se junta a tomar café o a disfrutar del día en un hermoso escenario.
Es una ciudad privilegiada por su clima, ya que tiene muchos días templados a lo largo del año. Es considerada una de las localidades más importantes de Michoacán y cuenta con un lago que se nutre únicamente por las aguas de las lluvias y la infiltración de las montañas.
Para disfrutar al máximo su visita nada como recorrer sus calles, comer tacos de charales con guacamole y pescado blanco en algún restaurante del centro, caminar por la plaza Vasco de Quiroga, comer una nieve de pasta y, sobre todo, dedicar la mayoría del tiempo a visitar con calma sus muchas tiendas de artesanías para seguir agrandando la colección, como las que hay en la Casa de los Once Patios, construida en 1742.
Pátzcuaro es un pueblo que ofrece placeres sencillos, pero intensos. Siempre nos regala la impresión de ser un lugar con una marcada personalidad indígena, que perdura a pesar del sincretismo con las costumbres españolas que se incubó en la época colonial.
Como afirma la publicidad oficial: “El turista que visita Michoacán se encuentra con la oportunidad de conocer poblaciones que resultan atractivas por las bellezas naturales que las circundan, porque conservan monumentos de grandiosa arquitectura o bien por la pureza de sus tradiciones, el prodigioso colorido del arte popular o sencillamente por la grata experiencia de convivir con su gente”. Y estamos de acuerdo. Eso es Pátzcuaro.
Este poblado es una joya de arquitectura colonial, cuyo nombre significa “Lugar donde tiñen de negro” o “Lugar de cimientos de templos”. Fundada en 1362, la ciudad era el sitio de recreo de los emperadores purépechas, cuya capital en esa época era Tzintzuntzan.
Se ubica a menos de 60 kilómetros de Morelia, capital del estado de Michoacán, con la cual se comunica por dos carreteras: una es la Federal 15, que pasa por Quiroga, y que por su panorámica vale la pena recorrer; y otra, que cuenta con cuatro carriles y cómodamente cubre un trayecto de tan sólo 57 kilómetros.
Gala arquitectónica
En Pátzcuaro se aprecian monumentos religiosos de estilo barroco, ecléctico y neoclásico, en tanto que edificios de adobe y teja le dan un singular aspecto en armonía con sus plazas y fuentes.
Por su legado histórico y representativa arquitectura, es recomendable visitar a través de un recorrido a pie por su Centro Histórico, la Plaza Vasco de Quiroga con edificios, casas y tiendas a su alrededor. Inmersa en la misma la plaza se encuentra la presidencia municipal, así como una escultura del obispo Vasco de Quiroga.
La Basílica de Nuestra Señora de la Salud, construida en el siglo XVI. Ahí reposan los restos de Don Vasco de Quiroga y posee, además, la venerada imagen de la Virgen de la Salud que, según se dice, fue elaborada bajo la supervisión del propio fraile español, mediante una técnica nativa con base en pasta de caña de maíz y miel de orquídeas.
Por otra parte, construido en el siglo XVI se erige el Templo y Colegio de la Compañía de Jesús, el cual funcionó como Catedral hasta 1566 y actualmente es la Casa de la Cultura de la ciudad. Es famoso por el reloj de la Torre.
El Museo de Artes e Industrias Populares presume su piso hecho de hueso y piedra laja, así como una de las mejores colecciones artesanales en laca, maque y peribanas. Este edificio albergó al Colegio de San Nicolás, fundado por Vasco de Quiroga, donde años más tarde, ya con su sede en Morelia, estudiarían Miguel Hidalgo y José María Morelos.
En esta zona lacustre de Michoacán hay además otras construcciones de profundo significado histórico, como el Templo y Plazuela de San Francisco, el Humilladero, el Calvario, el Hospitalito, el Palacio de Huitziméngari, el Sagrario y el Ex Convento de San Agustín, junto al cual se construyó el teatro Caltzontzin.
Otro atractivo de Pátzcuaro es su lago, de gran belleza natural. En un recorrido se visitan sus islas: Jarácuaro, Pacanda, Yunuen y la más pintoresca y famosa, Janitzio, que significa: “Cabello de elote”. En la cima de esta pequeña ínsula se erigió un monumento de 40 metros de altura en memoria de José María Morelos y Pavón.
Por su parte, la isla de Yunuén, a treinta minutos del muelle principal de Pátzcuaro, ofrece un centro turístico con infraestructura para el hospedaje en cabañas. Cuenta con todos los servicios necesarios y la belleza de su paisaje.
En realidad, toda la región lacustre de Pátzcuaro se caracteriza por la gama de riquezas históricas y naturales que la han convertido en un importante centro cultural con zonas arqueológicas y pueblos típicos ancestralmente artesanales en donde trabajan la chúspata, madera, barro, tule, paja, maque, pasta de caña, lacas y textiles, entre muchos otros materiales.
Gastronomía impar
No podemos olvidar el tema gastronómico, ya que la propuesta culinaria michoacana es muy diversa en sabores y condimentos. Pátzcuaro no es la excepción, su comida se basa en platillos prehispánicos. Uno de los ingredientes típicos de la región es el pescado blanco y charales que se capturan en el lago, con ellos se realizan los tamales tarascos o la sopa tarasca, así como corundas y huchepos, ambos son una variedad de tamales.
Platillos que hay que saborear son la crema de frijoles, los tamales de elote en forma de triángulo, el ate elaborado con frutas o los chongos realizados con leche, miel y canela. Para acompañar algunos alimentos no dejes de probar los diferentes atoles como el de tamarindo, los picosos, los dulces, el chileatole o el kamata urápiti que tiene un poco de pan de piloncillo y mezcal.
Festejos de luz
Así como Michoacán es una entidad representativa por su comida también es famosa por sus festividades y celebraciones. Pátzcuaro tiene una gama muy grande en cuanto a sus ferias y fiestas, empezando el 6 de enero con el festejo de los Reyes Magos. En febrero se realiza un Carnaval cerca del lago, en marzo se conmemora la Semana Santa como en casi toda la República Mexicana, sin embargo sus fiestas más representativas son la peregrinación que realizan en junio a la Basílica de Nuestra Señora de la Salud.
El aniversario de Pátzcuaro se celebra el 27 de septiembre y el 8 de diciembre se conmemora el Día de Nuestra Señora de la Salud.
Los alrededores
Además, en la misma zona central del estado donde se localiza Pátzcuaro, se encuentran otros lagos cercanos: Cuitzeo, de agua salada, y Zirahuén, en medio de un bosque y donde las casas de madera llamadas trojes acentúan el atractivo del paisaje.
Para aquéllos que disfrutan de actividades al aire libre y de turismo extremo o de aventura, existen dos zonas arqueológicas que cuentan con lagos, montañas y bosque. Ihuatzio es una pirámide ideal para realizar un día de campo. Cerca también se encuentra la zona arqueológica de Tzintzuntzan, que fue el centro del imperio purépecha y aun conserva sus construcciones prehispánicas conocidas como Las Yácatas, peculiares pirámides redondas, y un convento franciscano con capilla abierta del siglo XVI.
Y a menos de 24 kilómetros, después de Tzintzuntzan está “Cocupao”, antiguo nombre de la población que hoy se llama Quiroga, donde abundan tiendas de artesanía con artículos procedentes de todo el estado. En este lugar se preparan las conocidas “carnitas de puerco” en cazo de cobre.
Otras comunidades de la ribera del lago no son menos importantes: a 17 kilómetros de Pátzcuaro se localiza Santa Clara del Cobre, población que por tradición prehispánica trabaja en la elaboración de diversos objetos de cobre martillado.
Muchos turistas creen que para recorrer esta zona de Michoacán hay que hospedarse en Morelia y simplemente dedicar un día a conocer Pátzcuaro y sus alrededores; pero la verdad es que esta región merece mucho más que un paseo. Lo recomendable es quedarse a dormir en Pátzcuaro, que cuenta con hoteles para todos los presupuestos, y desde ahí visitar con calma los pueblos lacustres para disfrutar al máximo todo lo que ofrecen.
Michoacán, el alma de México, es un estado pluriétnico, lleno de actividades artísticas y culturales. Famoso por sus festividades y por albergar al Santuario de la Mariposa Monarca, es también la noble tierra de uno de los Pueblos Mágicos que maravilla a sus visitantes desde la época prehispánica: Pátzcuaro, destino representativos de la entidad y preferidos por los turistas.