Morelia
La otrora Valladolid: El jardín de la Nueva España
La antigua Valladolid lleva hoy el nombre de Morelia, como un tributo de México a la memoria de Don José María Morelos y Pavón, nacido en esta ciudad el 30 de septiembre de 1765.
Es ampliamente conocida una frase de Morelos en la que exaltaba la belleza de Valladolid: “Donde yo nací era el jardín de la Nueva España”.
Fundada en 1541, Morelia es la capital del Estado de Michoacán y su Centro Histórico es hoy Patrimonio Cultural de la Humanidad porque conserva monumentos civiles y religiosos de los siglos XVI al XX.
Varios de esos inmuebles fueron testigos de las reuniones de conspiración contra el imperio español, así como del paso y formación ideológica de los principales líderes insurgentes: Hidalgo y Morelos.
En la época de la insurgencia la ciudad de Valladolid era un espacio urbano considerablemente más pequeño de lo que ahora es, de tal manera que en un breve recorrido por el Centro Histórico el visitante se dará una idea de que los diversos actores vallisoletanos involucrados, sin importar el bando en el que lucharon, se conocían “de toda la vida” y por las dimensiones del espacio donde todo tuvo lugar, era imposible guardar el secreto de una guerra naciente.
*En informe oficial a su monarca el Virrey Venegas señaló “Que allí en Valladolid se fraguó la conspiración que estuvo planteada el año pasado”.
Luego, en 1811 el historiador español Francisco de Paula y Arraingoiz informó a su rey que “fue Valladolid donde nació la revolución que nos tiene sumidos en la guerra, y el continuo foco de ella...”
Las casas de Morelos
La casa original donde nació el Siervo de la Nación fue demolida en 1888 y sólo se le conoce por una antigua litografía. Sin embargo, en el predio que ocupaba hay una nueva finca de finales del siglo XIX y en 1965 fue adquirida por el Gobierno del Estado para crear un recinto de homenaje y un espacio cultural que consta de museo, biblioteca y auditorio.
Se exhiben en este lugar diversos objetos, entre ellos documentos con la firma holográfica de Morelos, monedas de las que el héroe mandó acuñar y varias pinturas relativas al mismo, sobresaliendo las realizadas por Alfredo Zalce.
Siendo cura de Carácuaro, José María Morelos compró una casa el 17 de agosto de 1801 por la cantidad de $1,830.00 pesos. Este inmueble es hoy la Casa Museo José María Morelos y Pavón.
La construcción primitiva data de 1758 y constaba de una sola planta. Su nuevo dueño le agregó un segundo piso dirigiendo él mismo la obra, que terminó en 1806.
Al incorporarse Morelos a la lucha insurgente, la furia realista incautó la casa y la semidestruyó. Recuperada por sus herederos, fue reconstruida pero sufrió modificaciones que alteraron su estilo primigenio.
En 1910 fue adquirida por el gobierno federal y restaurada en 1934 volviendo a su aspecto anterior. Dedicada a Museo, su contenido relata a través de pinturas, fotografías, muebles y objetos de época y facsimilares de documentos, la vida preinsurgente de Don José María, la de su casa y su linaje.
También habla de su participación en la Independencia como caudillo militar, como político y constructor de la Nación Mexicana.
Destaca la exposición de una incompleta casaca militar que le perteneció y hallándose en España con otras pertenencias suyas fue devuelta a México con motivo del Centenario de la Independencia en 1910.
Casa de Doña Josefa Ortiz de Domínguez
En la esquina actual surponiente de las calles Vicente Santa María y Ortega y Montañes, nació la conspiradora doña Josefa Natividad Ortiz Ordóñez, quien a la muerte de su madre fue recluida en el convento de las Capuchinas y de ahí pasó como “huérfana recogida” al Colegio de las Carmelitas Descalzas (hoy central del H. Cuerpo de Bomberos).
Palacio Clavijero
Ex Colegio Jesuita de San Javier de Valladolid. Imbuyó en sus alumnos “que la Soberanía se origina en los pueblos y no en rey...”
Premisa escuchada por Don Miguel Hidalgo y Costilla en sus 18 meses como colegial Jesuita, más tarde como maestro y rector seminarista Nicolaíta lo transmitió a sus alumnos como Rayón, Don José María Morelos, los hermanos Michelena, el corregidor Miguel Domínguez de Querétaro, José María Izazaga, José Verduzco, Manuel Ruiz de Chávez, Mariano Uraga y muchos más.
Por sus ideas libertarias Carlos III ordenó el cierre del Colegio.
Casas de las Conspiraciones
La más conocida es quizá la que perteneció al Capitán José García Obeso. Se localiza en la esquina que forman las dos principales avenidas del centro histórico Moreliano: Morelos y Madero.
Actualmente el inmueble aloja las oficinas sucursales de una empresa bancaria.
Otro de los domicilios en donde solían reunirse los conspiradores contra el Gobierno Virreinal se ubica en la que fuera casa de los hermanos Nicolás y Mariano Michelena, en el portal Hidalgo, a espaldas de la Catedral Metropolitana, a tan solo una cuadra del sitio donde vivía Agustín de Iturbide.
*El capitán de infantería don José María García Obeso procedió a reunirse con los hermanos Nicolás y Mariano Michelena y haciendo eco en su convocación conspiratoria con el fraile franciscano Vicente Santa María, Fr. Manuel Ruiz de Chávez, Correa, Abarca, Soto Saldaña, Izazaga, Pedro Rosales y otros varios criollos, mestizos e indígenas, iniciaron las primeras juntas de vecinos que después se comprobara su continuada realización en cuatro fincas que para entonces estarían ubicadas conforme al “Plano Mudo” en 1794, en la esquina de la calle del Diezmo, otra en la calle de las Casas consistoriales y una más en el portal de “Ecce Homo”, propiedad respectivamente de García Obeso y hermanos Michelena, a más de la casa del comerciante español Palacios.
Los conspiradores llevaron a cabo su idea emancipadora mediante un “Plan” que se diseminó hacia otros sitios del estado, pero fueron delatados por alguno de los participantes.
La fecha del inicio estaba planteada para el 22 de diciembre de 1809.
Fueron más de 40 los conspiradores delatados, encabezando la lista el Capitán de Milicia Don José María García Obeso y el Alférez Don Mariano Michelena.
Bando de Proclamación de la Abolición de la Esclavitud
Hidalgo proclamó la abolición de la esclavitud primero mediante un Bando, que se instaló en el inmueble que perteneciera al Vallisoletano Belauzarán, edificio que ahora ocupa la Preparatoria Cinco, a unos pasos del Colegio de San Nicolás, sobre la principal avenida de Morelia, en el Centro Histórico.
La Catedral de Morelia
Majestuoso edificio de cantera rosa de estilo barroco tablereado. Entre los tesoros que guarda está la pila bautismal de plata, de estilo neoclásico, donde se dice que fueron bautizados Don José María Morelos y más tarde Don Agustín de Iturbide, el personaje más controversial del movimiento insurgente.
El Colegio de San Nicolás de Hidalgo
Fundado por Vasco de Quiroga en Pátzcuaro en el siglo XVI y posteriormente trasladado a Valladolid. Por sus aulas han pasado personajes de relevante prestigio como: Don Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos y Pavón, Melchor Ocampo, Alfonso Reyes, Diego Rivera y Pablo Neruda, entre otros.
*De 1780 a 1792 Don Miguel Hidalgo y Costilla laboró primero como maestro y luego como rector.
Don Miguel Hidalgo solo renunció a la rectoría del Colegio para dirigirse a su natal pueblo de Dolores a iniciar el movimiento insurgente. Se dice que la primera noticia de la guerra independiente llegó a Morelia a través de una carta y que la sociedad vallisoletana quedó muy sorprendida primero porque el iniciador era un sacerdote y luego porque se trataba de Hidalgo, el ex-rector.
Templo de San Francisco
*El fraile Vicente Santa María arengó al pueblo desde el púlpito para levantarse en armas pero fue aprehendido junto con otros conspiradores delatados el 21 de diciembre de 1809.
Convento del Carmen
*Tras capturar a los conspiradores Alférez de la Corona, Don Mariano Michelena; Capitán de Milicias, Don José Ma. García Obeso, fueron trasladados por la milicia virreinal a las cárceles inquisitoriales del Convento del Carmen, quedando en calidad de reos a disposición del Comandante de Armas, José Martínez de Lejarza.
Morelia Turística
Además de su gran valía histórica, hay otros muchos atractivos que la ciudad ofrece al visitante, como el acueducto de Morelia, que es uno de los más bellos e importantes de México y quizá la construcción civil más importante de la ciudad; la Plaza Villalongín, donde se encuentra la emblemática Fuente de las tarascas, sobre la hermosa avenida Francisco I. Madero; el Museo Regional Michoacano, originalmente casa de Isidro Huarte, primer intendente de Valladolid y suegro de Agustín de Iturbide; el Palacio de Gobierno, antiguo Seminario Tridentino. En él estudiaron Morelos, Iturbide y Mariano Michelena; el Antiguo Real Hospital de San Juan de Dios, bello edificio barroco construido por el obispo Ortega y Montañez para ser Casa Episcopal, cedido para ser hospital y décadas después ser el Hotel Oseguera, que cambió su nombre a Hotel Los Juaninos, en recuerdo de aquellos monjes que utilizaron el lugar como hospital. Alrededor, se encuentran zonas naturales como el Parque Nacional José María Morelos y Pavón, la Presa de Cointzio, las Grutas de la Escalera y el Cerro del Águila, entre otros atractivos. Cuenta también con balnearios de aguas templadas como El Edén, El Ejido y Cointzio.
Para llegar a Morelia
Desde las ciudades de México o Guadalajara, no hay más que tomar la autopista que une a las tres capitales. De igual manera se tiene un acceso rápido y seguro gracias al Aeropuerto Internacional Francisco J. Mujica, que tiene vuelos de conexión con las ciudades mexicanas de Guadalajara, Tijuana, México, Monterrey, Puerto Vallarta y con las ciudades estadunidenses de Chicago, Los Ángeles, San Francisco y Oakland, así como hacia el interior del estado con Uruapan y Lázaro Cárdenas.
Por autobús también se cuenta con servicios de categoría hacia diferentes partes de la República.
*Información recopilada del libro “La Conspiración de Valladolid de 1809. Morelia insurgente”, del autor José Fabián Ruiz. Ediciones Casa Natal de Morelos, Primera edición, Septiembre de 2002.