La Biblioteca Central

Ícono de la UNAM


Por José Carlos Aviña
Biblioteca UNAM

Entrar a la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la más importante y grande del país, prácticamente es penetrar en otro mundo, pues es considerada la “cabeza” de un complejo sistema de 142 bibliotecas distribuidas en facultades, escuelas, colegios, institutos y centros de investigación dependientes de esta institución.

Al estar en la recepción o área de ingreso, se percibe un ambiente de modernidad, pues desde ahí se tiene contacto con un sistema de computadoras, donde se consulta el catálogo automatizado.

Siguiendo paso a paso las instrucciones, guían al usuario a localizar el material que requiere a través de la clasificación y sitio donde los libros requeridos están disponibles.

Así, por ejemplo, se pueden encontrar desde una revista, periódicos, videos, diapositivas, discos, videocasetes y mapas, entre otros, material que puede ser solicitado al personal bibliotecario para apoyo de los estudiantes, no solo universitarios, sino de niveles de secundaria o primaria, ya que está abierta a todo el público.

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La Directora, Silvia González Marín, narra que fue diseñada bajo los cánones del llamado estilo internacional, en un área de 16 mil metros cuadrados, sobre una plataforma tres metros más elevada que el resto del terreno, mientras que en los basamentos se colocaron fuentes y relieves de piedra brasa de inspiración prehispánica.

Asimismo, en su construcción se proyectaron 10 plantas de almacenamiento, cerradas al exterior, con capacidad para 120 mil volúmenes cada una, con la iluminación, el clima y la humedad necesarios para la conservación de los libros.

Dicha construcción también se ha convertido en un ícono turístico de la Ciudad Universitaria, pues junto con estudiantes y usuarios, hasta ahí llegan visitantes extranjeros que gustan de admirar los sistemas avanzados del lugar, pero especialmente los murales, concepto arquitectónico de Juan O´Gorman, así como de los arquitectos Juan Martínez de Velasco y Gustavo Saavedra.

En 4 mil metros cuadrados, O´Gorman  plasma el desarrollo de la cultura mexicana, así como sus fundamentos míticos, cosmovisión integral de un país cuya historia se vive en y por sus mitos, sin negar las determinaciones culturales externas, convirtiéndola así, en ejemplo de integración estética entre arquitectura y pintura mural, con singulares matices nacionalistas.

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En cada uno de los cuatro muros que conforman la superficie de los mosaicos de colores, se representaron tres facetas históricas fundamentales de la cultura mexicana: la época prehispánica, la más antigua y verdadera faceta americana; la época colonial española o la intervención de Europa en América, y la era moderna, como resultado de las dos anteriores.

La Dirección General de Bibliotecas de la UNAM fue creada en 1966 y sus antecedentes son el Departamento Técnico de Bibliotecas, creado en 1929; cuenta con una Subdirección Técnica, responsable de las adquisiciones de libros, la catalogación y clasificación del material bibliográfico, el registro y control del acervo de publicaciones periódicas de la UNAM, así como de la actualización permanente de los catálogos globales.

Mientras tanto, la Subdirección de Servicios de Información Especializada, es la encargada de evaluar, seleccionar, adquirir y administrar recursos electrónicos de información, así como de ofrecer servicios de información y suministro de documentos, preparar productos con información latinoamericana y fomentar el uso de dichos recursos.

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Las otras Subdirecciones también tienen funciones muy importantes, a fin de facilitar a la comunidad universitaria el acceso a la información académica digital vía Internet de manera ágil, dinámica e interactiva.

Es así como la Biblioteca Central se distingue por tener el acervo bibliográfico más grande del país, ya que posee más de 420 mil volúmenes de libros que cualquier persona interesada puede consultar todos los días de la semana, incluso los domingos y días festivos desde las 8:30 horas, cuando ya se ve a decenas de estudiantes interesados en consultar algún libro, revista, periódico u otra fuente de información.

La doctora González Marín asegura que son alrededor de 8 mil 500 usuarios diarios, al tiempo que descartó que el Internet vaya a contribuir a la desaparición de las bibliotecas, ya que cada sistema cumple una función.

Reconoció que lo único que no ha cambiado, es la cultura estudiantil por evitar el maltrato de los libros, ya que desafortunadamente, continúa la mutilación de libros, el extravío de algunas obras, las ediciones que han sufrido subrayado o el doblez de sus páginas, además del maltrato del mobiliario.

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Por ello, hizo un llamado a los usuarios en general a cuidar tanto las obras de consulta como el equipo de cómputo, para continuar ampliando el programa “RedUNAM”, mediante el cual se tiene acceso a los registros bibliográficos y hemerográficos de los materiales de las 142 bibliotecas universitarias.

En los casos que así se requiera, se ofrece el servicio de fotocopiado en cada una de las bibliotecas, donde se cuenta con un sitio web de la Dirección General de Bibliotecas: www.dgb.unam.mx.

Así, como icono arquitectónico y cultural, además de ser el corazón latente de uno de los complejos universitarios más grandes e importantes de Latinoamérica, la Biblioteca Central de la UNAM, en la Cd. de México, se alza matizada por el arte de O´Gorman como testigo fiel de movimientos universitarios, del egreso de grandes profesionales y parece vigilar el sur citadino desde su altura.

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