Tlaquepaque
Respirando la esencia del mariachi
Aunque otros pueblos de Guadalajara se endilguen el título de "Cuna del Mariachi", Tlaquepaque transpira por todos lados las notas de los músicos engalanados con el sui géneris traje charro. No hay más, este pueblo de bien conservada arquitectura colonial, porta con orgullo la tradición musical mexicana conocida en los cinco continentes.
Es por eso que año con año se lleva a cabo el Encuentro Nacional del Mariachi, durante la segunda mitad de agosto. Ahí mismo, en Tlaquepaque, se dan cita varias docenas de mariachis de diversos estados del país. Y año con año se enriquece, es así que en el más reciente celebrado en agosto pasado, se incluyeron los talleres para enseñar la música de mariachi. Todo con el afán de preservar este patrimonio cultural del que Tlaquepaque se enorgullece de ser digno representante.
Y por si eso fuera poco, Tlaquepaque ofrece además un derroche de artesanía, arte culinario, tesoros arqueológicos y un sinfín de lugares mágicos con hermosas vistas a plena luz del día y escondidos encantos al anochecer.
Si deseas escapar del cotidiano ambiente urbano que inunda tu rutina diaria, elige respirar el aire fresco que te ofrece este mágico pueblo, donde el tiempo interrumpe su paso a tu placer. No tienes más que detenerte a observar un edificio, una plaza, una artesanía, o mejor aún, saborear cualquiera de las delicias culinarias tradicionales de estos lares.
La historia de Tlaquepaque
Cada piedra de las antiguas construcciones parece contar la historia de este pueblo que en tiempos remotos formara parte del reino gobernado por una mujer llamada Cihualpilli Tzapotzinco. Y sus pobladores conservan aun los rasgos de sus ancestros, los tonaltecas.
Antiguamente conocido como San Pedro, este pueblo adquiere por decreto de 1904 el nombre de San Pedro Tlaquepaque. Y aunque en 1917 el gobernador de Jalisco decreta el nombre oficial del pueblo sólo como Tlaquepaque, muchos lugareños lo siguen nombrando San Pedro Tlaquepaque.
Entre los hechos destacados que narra la historia oficial, Tlaquepaque fue una de las paradas del ejército insurgente comandado por Miguel Hidalgo, en 1910. Más tarde sería el marco de la adhesión de Guadalajara al Plan de Iguala, con el que se firma el fin de la guerra de independencia en 1821.
El escudo de armas de Tlaquepaque lleva en la cimera la leyenda en latín "ARS FIGULI", "Arte del alfarero". Y es que una de las bondades que ofrece este pintoresco lugar son sus obras de alfarería, de las cuales se puede observar y obtener un gran abanico de productos en la Casa del Artesano. Este singular centro no sólo tiene el objetivo de promover la artesanía del municipio, sino que capacita a sus artesanos para conocer todo lo relacionado con comercialización, exportación, calidad y servicios.
Los tesoros de Tlaquepaque
Así es como en Tlaquepaque puedes encontrar no sólo bellas artesanías, sino de alta calidad. Actualmente se reconoce que la cerámica de Tlaquepaque se ha perfeccionado en sus diversas técnicas: de bruñido o de olor, canelo, bandera, veros, chapeada, matiz, petatillo, caolín, de alta temperatura, y de lumbre.
Esa diversidad de técnicas, en manos de los artesanos de Tlaquepaque, crean singulares piezas, como los tradicionales nacimientos, figuras tipo miniatura; cazuelas, ollas, jarros, macetas, floreros, platos… Si osaran quitarle el título de "Cuna del Mariachi", nadie osará quitarle el de "Cuna de la Alfarería Mexicana".
Y qué decir de los hilados, de los que en Tlaquepaque puedes encontrar diversos tipos de ropa elaborada en finas telas de lana, de manta, popelina, gasas y bordados.
En esta visita no puedes dejar de adquirir, o al menos contemplar, una de las artesanías por las que Tlaquepaque es renombrado a nivel nacional: el vidrio soplado. Esta singular técnica de trabajar el vidrio produce formas y diseños únicos en vajillas, floreros, figuras de ornato, antropomorfas y zoomorfas. Un arte considerado como uno de los más difíciles de manifestar, pues su alto grado de dificultad implica manejar el cristal a altas temperaturas, para diseñar, dar color y formar piezas de ornato hermosas, intricadas y irremplazables.
Otros trabajos que realizan los artesanos del vidrio, se elaboran en formas clásicas. Entre ellas cabe mencionar el vidrio prensado, muy utilizado en la fabricación de prismas para candiles, donde destaca el de coloración roja, que es muy apreciado entre quienes aprecian este arte.
Y si buscas artesanía en metal, no dejes de visitar los talleres de creación de piezas de cobre, latón y hojalata, donde encontrarás gran variedad de productos, como figuras zoomorfas, lámparas, candeleros, figuras de ornato, marcos y maceteros.
Las delicias de Tlaquepaque
Y después de recorrer los diversos sitios de interés que te ofrece Tlaquepaque, necesitas tomar un respiro para disfrutar un plato de comida tradicional: en ningún otro lugar encontrarás el mejor pozole, menudo, birria y otros antojitos mexicanos. Aunque quizá merezcan una mención aparate las tradicionales tortas ahogadas, que consisten en sumergir la torta en salsa picante, acompañada de carne de puerco marinada con cebolla y limón. No olvides tener servilletas a mano, pues si de verdad quieres disfrutarlas, tus manos quedarán llenas de salsa, la típica huella de que has probado una torta ahogada.
¿Ya te decidiste? Reserva tu hotel en Tlaquepaque. Para llegar no hay pierde, sólo tienes que llegar la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y estarás a media hora de disfrutar todas las bondades que te depara Tlaquepaque. Si deseas tener todas las comodidades de un hotel de cinco estrellas, puedes alojarte en La Villa del Ensueño. Encontrarás también diversas opciones de Bed and Breakfast como Rosa Morada o Casa de las Flores.
Y si tu plan es tener más contacto con los lugareños, caminar por sus calles como lo hacen ellos en su vida cotidiana, e ir a comer las delicias que ofrece el mercado del centro, tienes la opción de hoteles como el Hotel Posada de la Media Luna. Sea como tú decidas, no dejes de hacer tu reservación de hospedaje en Tlaquepaque, para no llevarte sorpresas de no encontrar vacantes para hospedarte.
Si así lo requieres, pregunta si el hotel ofrece alojamiento gratuito para tus niños, restaurante, visitas guiadas a lugares de interés, servicio de internet, y algo más que requieras para no preocuparte de otra cosa que realmente dejarte envolver por este mágico lugar.
Disfruta tu estancia en Tlaquepaque recorriendo cada uno de sus rincones, no importa si dispones de poco tiempo, seguro que desearás volver muy pronto.