El Cerro de Trincheras

El Cerro de Trincheras

El estado de Sonora cuenta con una gran historia, desde la época colonial cuando servía de paso por los aventureros que buscaban las riquezas del nuevo continente, hasta las misiones evangelizadoras que se postraban en los desiertos con la finalidad de convertir a los nativos en la fe cristiana.

Comúnmente, el norte de México se considera un territorio nómada por excelencia, en donde sólo habitaban los cazadores, recolectores y los famosos "chichimecas", término utilizado por los mexicas para designar a la gente "bárbara" que sólo utilizaba el arco y la flecha.

En las últimas décadas, esta imagen del norte del país se ha ido modificando con las recientes investigaciones en que se ha descubierto que no sólo la cultura denominada "Casas Grandes" en el estado de Chihuahua, era la única que podía tener cierto nivel político, social y cultural, equivalente a las grandes ciudades de Mesoamérica.

El sitio denominado Cerro de Trincheras, es uno de los tantos ejemplos que surgieron de estas investigaciones, localizado en el municipio de Trincheras, está enclavado en la parte noroeste del estado de Sonora, su cabecera es la población de Trincheras y colinda con los siguientes municipios: al norte con Atil, al sureste con Opodepe, al este con Santa Ana y Benjamín Hill, al oeste con Pitiquito y al noreste con Tubutama.

Panorámica

Tiene una superficie aproximada de 3764.26 km², y sus principales localidades son: Trincheras, Los Fresnos, y El Ocuca.

Es gracias a estas incursiones que se da el primer avistamiento de lo que hoy se conoce como Cerro de Trincheras, donde destacan sus construcciones en piedra, a las que los españoles denominaron "trincheras", término de la época para denominar fortificaciones.

Petroglifos

Pero las trincheras son más bien terrazas y muros que se fueron colando en los cerros por los antiguos pobladores de la región.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) piensa abrir la zona arqueológica de Cerro de Trincheras al público antes de 2012.

Pero hagamos un recorrido por la historia de la gente que habitó el Cerro de Trincheras. Entre los años 200 y 1450 de nuestra era, algunas comunidades habitaban una extensión del tamaño de Suiza en el desierto de Sonora y tenían actividad agrícola, aunque nunca abandonaron la caza y la recolección para completar su alimentación.

Muros de piedra

Cuando el visitante se va acercando al Cerro de Trincheras, éste parecería algo raro, ya que se puede observar que tiene muchas rayas que lo atraviesan, lo cual crea un efecto óptico muy llamativo. Pero al encontrarse más cerca se descubre que dichas rayas son más de 900 muros de piedra que van de los 15 a los 30 m de largo, habiendo algunos que llegan a más de 100.

Como se mencionó en un párrafo anterior, el nombre de Trincheras fue dado al lugar por los exploradores españoles, quienes vieron en dichos muros una construcción para la defensa del lugar, pero en la actualidad sabemos que fueron muros para formar terrazas que sirvieron de base para las casas de, poco más o menos, mil pobladores.

El municipio formó parte de la antigua Pimería Alta; se sabe de su existencia por los relatos de los conquistadores que pasaban atraídos por la leyenda, como la de las siete ciudades de Cíbola, que contaba que unos obispos que salieron de España durante la conquista musulmana levantaron siete ciudades en un lugar lejano para proteger las grandes riquezas que poseían.

Terrazas

Cuando se comienza la exploración del Nuevo Mundo, los aventureros de todos los niveles sociales, como el virrey Don Antonio de Mendoza, organizaron expediciones para encontrar dichas ciudades maravillosas y llenas de riqueza. De entre los lugares que se han explorado, vamos a recorrer en este artículo los más representativos.

El primero de ellos es denominado La Cancha, por su parecido con una cancha para el juego de pelota mesoamericano. Seguimos con las unidades domésticas, que en su momento fueron terrazas con jacales y ramadas en donde se encontraron cuartos adosados que funcionaban como almacenes.

La Cancha

Después, tendremos la Plaza del Caracol, una construcción en la cima del cerro que presenta muros semicirculares y un pasillo de acceso en forma de espiral.

Para finalizar, se encuentra el Mirador, que se cree era el espacio en donde vivía el grupo dominante, o un lugar destinado a ritos, ya que se han identificado marcadores de los solsticios de verano e invierno en dos de los relieves pronunciados del cerro.

El Mirador

La tradición Trincheras se caracteriza por el trabajo ornamental de concha, se han encontrado aproximadamente 12 kilos de concha, lo que indica que era un material de mucha importancia, que nos permite saber que esta gente tuvo contacto con las personas que habitaron la península de Baja California, ya que la mayoría de las conchas procede del Mar de Cortés.

Además de las conchas, se ha logrado saber cuál era el ecosistema local, en donde las principales maderas que se tenían eran el ocotillo, el palo verde y el palo fierro.

Estos hallazgos nos permiten conocer un poco más sobre la vida de los habitantes de Trincheras y que también tenían contacto con pueblos de Norteamérica, en los estados de Nuevo México y Arizona, así como con la cultura de Casas Grandes en Chihuahua.

La información que guardan todavía los sitios de tradición Trincheras, nos permitirá ir conociendo un poco más sobre cómo era la vida en la época prehispánica en el norte de nuestro país y de cómo, muy posiblemente, mantuvieron intercambio comercial con el área de Mesoamérica.

Una opción diferente para el turismo arqueológico en el norte de nuestro país.