Copalita

En este parque ecoarqueológico de Huatulco, pueden admirarse varios ecosistemas de gran belleza escénica, donde las especies de flora y fauna son muy variadas, y presentan un excelente estado de conservación.

Los días del final de año son cálidos y se disfruta de 330 días soleados al año en este paraíso llamado Huatulco, ubicado al sur del Pacífico mexicano en el estado de Oaxaca. Huatulco cuenta con 35 km de costas repartidas en 9 bahías: San Agustín, Chachacual, Maguey, El Órgano, Santa Cruz, Chahué, Tangolunda, Conejos y Cacaluta. Todas estas bellezas están rodeadas por el Parque Nacional Huatulco, área protegida creada en 1988. La región posee vegetación exuberante de selva baja caducifolia, que en época de lluvias cambia sus tonos cafés por verdes intensos. Aquí, se han registrado 413 especies de plantas, 130 de mamíferos, 291 de aves, 72 de reptiles, y 15 de anfibios; y el ambiente marino cuenta con cientos de especies de peces y bellos arrecifes coralinos.

En la porción sur de Huatulco se encuentra uno de los mayores y más recientes atractivos de Oaxaca: el Parque Eco Arqueológico Copalita, acondicionado por FONATUR y el INAH. Esta área forma parte de la política de relanzamiento de Huatulco como destino turístico, y comprende una superficie de reserva de 81.14 hectáreas. Este Ecoparque inaugurado el 5 de octubre del 2010, integra una serie de servicios como Centro de Atención a visitantes, Museo de Sitio, Área Comercial y Áreas de Servicios, Senderos de Interpretación, Plazoletas, Miradores, y una Zona Arqueológica recién rescatada. En el ámbito del parque se encuentran ambientes con variada fauna y flora en excelente estado de conservación y varios microclimas de gran belleza paisajística. El área también posee condiciones óptimas para llevar a cabo diversas actividades recreativas en la naturaleza.

Senderismo y observación de aves

Un recorrido de 2 a 3 horas permite admirar senderos rodeados por árboles, arbustos como el cactus candelabro, el lechoso, la pínula, palo mulato y cientos más; en algunos vemos nidos de bolseros, palomas y mosqueros; en otros destacan voluminosos termiteros o Tlachinastles donde los Pericos frente naranja hacen sus nidos y tienen a sus crías. En los humedales es posible encontrar garzas, patos y martines pescadores; en el ambiente terrestre abundan las iguanas y lagartijas y se ven escurridizas víboras. En todo el trayecto es posible observar aves, principalmente si el recorrido es por la mañana; en un día pueden identificarse hasta 50 especies diferentes por observación directa o por su canto, como halcones, búhos, chachalacas, colibríes, trogones, pericos, zopilotes y la emblemática Chara.

En el recorrido por el Sendero Juego de Pelota, se aprecian las primeras estructuras rescatadas, con una gran pirámide y el Juego de Pelota. Más adelante continúa el Sendero del Templo de las Serpientes, donde se aprecia la pirámide de mayor tamaño. Al final se llega hasta sitios denominados plazoletas, por ser superficies limpias, empedradas e ideales para descansar como la plazoleta Ceibas y la del Amate o “árbol embarazado”; al final están los Miradores del Delta del Río Copalita que ofrece un amplio panorama del límite sur del parque donde se aprecia el río y su desembocadura al mar; un poco más arriba, está el Mirador El Cantil, con su famosa Piedra de Los Sacrificios, que en realidad fungió como faro en tiempos prehispánicos.

Zona arqueológica

Los vestigios arqueológicos muestran un asentamiento prehispánico de gran importancia en la costa del Pacífico sur. Dentro del área de reserva se han identificado diversas edificaciones como templos, estructuras y un Juego de Pelota, que datan del Pre Clásico al Post Clásico (400 a.C.-1521 d.C.). Para su aprovechamiento turístico, el INAH con apoyo de FONATUR, han llevado a cabo labores de rescate del patrimonio arqueológico, lo que forma parte importante de los atractivos, entre los que destacan 3 Basamentos: el Templo de la Serpiente (2,200 años), el Juego de Pelota (unos 1,600 años), y la Pirámide Principal (2,200 años).

Estas son las principales evidencias de ocupación humana encontradas cerca del río Copalita, con antigüedad de alrededor de 2,300 años, un testimonio de la presencia de los primeros habitantes en Huatulco. Entre estos vestigios destacan los basamentos piramidales con más de 3 metros de altura, 4 plataformas que integran un juego de pelota, 2 piedras grabadas y gran número de terrazas habitacionales ocupadas por esta población prehispánica dedicada a la captura de productos marinos y algo de agricultura. Hacia el año 1,100 d.C., la región estuvo sujeta a Tututepec y posiblemente formó parte del antiguo pueblo de Copalitlán, que tributaba, entre otros productos, oro en polvo a 8 Venado el Señor de los Mixtecos. Después, entre los años 1436 a 1464 Moctezuma conquistó desde Huatulco hasta Pochutla.

Un atractivo más del Ecoparque, es el estupendo Museo de Sitio, que ofrece una amplia exhibición de importantes piezas arqueológicos de Oaxaca y varias piezas encontradas en esta zona de Copalita; además, cuenta con una bodega de colecciones y se realizan actividades de investigación, restauración y museografía. El parque se ha dividido en 3 etapas constructivas, y se espera que beneficie y complemente la oferta turística de Huatulco, y también sirva de apoyo a la Certificación Green Globe que ostenta Huatulco, reforzando así la vocación ecológica de este bello Destino Verde.

• Horario: Lunes a domingo de 8:00 am a 5:00 pm, abierto los 365 días al año.
• Costo de la entrada general: $50.00 M. N.
• Información bilingüe y servicio de guías para arqueología y para la observación de aves.
• Servicios: Estacionamiento para vehículos y autobuses, lockers, seguridad, tienda y librería, enfermería, sanitarios y sala introductoria con 270 m2 cubiertos.
• Llevar ropa y zapatos cómodos, repelente de mosquitos, cachucha, agua embotellada, cámara y bloqueador solar.