Palenque

A lo largo del más caudaloso río de México, el Usumacinta y en su frontera con Guatemala, el estado de Chiapas aloja dentro de seductores escenarios naturales, valiosos testimonios de la grandeza de la cultura maya como lo es Palenque, una de las ciudades arqueológicas más importante del mundo.

Sitio formado por más de 200 estructuras arquitectónicas, diferentes en tamaño y complejidad, adaptadas a la topografía del terreno y su entorno que se extiende en una superficie de 2.5 kilómetros, en Palenque no hay una preeminencia de la presencia humana sobre la naturaleza ni lo contrario.

La magia de esta Ciudad Sagrada, donde los reyes eran a su vez los sacerdotes, quienes se consideraban muy cercanos a los dioses, seduce tanto a visitantes nacionales como extranjeros.

En Palenque, independientemente de los recorridos por la Zona Arqueológica, podrás combinar el excursionismo por la selva con la práctica de la fotografía. Es posible realizar investigación en el Museo de Sitio así como efectuar compras de las variadas artesanías que se ofrecen aquí.

Visitando la zona arqueológica

La Zona Arqueológica de Palenque fue descubierta en el siglo XVIII, forma parte de la porción central del área maya, que tuvo un notable desarrollo cultural hasta fines del período Clásico.

Como ciudad fue fundada en 1567, como fruto de la campaña evangelizadora de los chole por Fray Lorenzo de la Nada. Su nombre en lengua chol "Otolum", significa "lugar de casas fortificadas" y en lengua castellana quiere decir "Lugar cercado de una valla de madera o estacada”.

En 1784 se conoció fuera de la región, la existencia de las ruinas de una gran ciudad que a lo largo del siglo XIX atrajo la atención de viajeros cuyas impresiones contribuyeron a que el interés por los antiguos mayas aumentara en todo el mundo.

La primera impresión que tendrás al entrar a esta zona arqueológica es la belleza de su conjunto de estructuras, destacado por sus dimensiones el Templo de las Inscripciones.

Pirámide de 21 metros de altura, este edificio debe su nombre a los grandes tableros con inscripciones jeroglíficas en el corredor de entrada al templo, 617 glifos en total en cuyo interior el Dr. Alberto Ruz Lhuillier, luego de tres años de labor, descubrió una fabulosa cripta funeraria que contenía los restos mortales de Pacal, rey maya que gobernó esa región durante el período Clásico.

El extraordinario sarcófago en donde reposaba este antiguo gobernante, bellamente labrado, da muestra del esplendor del arte maya, un monolito de 3.79 m por 2.20 m, con 25 cm. de espesor, en el cual se representa el descenso del rey en su recorrido por los tres mundos: los cielos o el mundo de arriba; el mundo de los vivos, en el nivel medio y el mundo de los muertos o inframundo, mientras los muros de la cripta están decorados con figuras antropomorfas sorprenden porque se conservan en forma asombrosa. Experiencia que no debes perderte.

El Palacio es uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos del área maya, por el manejo de los espacios, la distribución de edificios, patios, corredores y galerías subterráneas, y la presencia de una torre, única en su género, que constituye un excelente observatorio.

Hacia el norte del Palacio se encuentra el Templo del Conde que observa la disposición típica de quienes habitaron ese lugar, el cual contenía tres tumbas debajo del piso de su pórtico, así como otros cuatro templos, conformando los cinco El Grupo Norte.

Al este del Palacio, después de cruzar el arroyo Otulún y el acueducto, se halla el grupo de las cruces. El templo de La Cruz domina a los otros por su posición y tamaño, su tablero formado por tres piezas, representa una cruz de tres niveles que simbolizan el inframundo, la vida terrenal y el supramundo.

El segundo, llamado La Cruz Foliada tiene también en su tablero una cruz con motivo central, mientras que el Del Sol se distingue por tener adornos en excelente estado; la representación en su tablero muestra la ascensión al poder de Chan-Bahlum (serpiente-jaguar), hijo de Pacal, de quien recibió los derechos de la dinastía y un escudo en el centro que simboliza al Dios Sol.

Otras estructuras muy importantes se distribuyen en la zona: el juego de pelota, el Templo del León, el Templo XIV, el Templo XII o de la Calavera y el Templo XVIII, entre otros.

El Museo de Sitio alberga y exhibe una interesante colección de todo tipo de piezas que se han rescatado durante los exhaustivos trabajos arqueológicos. Cerca de este lugar podrás caminar por un puente que cuelga en el centro de la selva y llega a un canal de agua dulce, que se conoce como “el baño de la reina” o podrás admirar las bellas cascadas de Montiepá donde con el paso del tiempo y de las aguas, se han llegado a formar figuras extrañas en las piedras.

Palenque fue sin lugar a dudas uno de los centros ceremoniales más importantes de la época prehispánica, no solo por su historia sino por su inmenso desarrollo arquitectónico, por sus figuras elaboradas con estuco, sus bajorrelieves de piedra y por su extraordinaria ubicación.

De paseo por su alrededores

Para refrescarte del calor tropical, nada como ir al balneario Nututun, que cuenta con un hotel y restaurante; la Cascada Misol Há, posee cabañas y refresquería y la Cascada de Agua Azul tiene espacio para acampar y expendio de alimentos y bebidas. El color azul de sus aguas se debe primordialmente a que al correr el agua sobre la roca viva cársica se van disolviendo pequeñas partículas de cal que contienen sales de magnesio y algunos otros cloruros, lo que le da esa tonalidad tan característica.

Otra opción es la laguna de Catazajá, donde podrás pescar y apreciar la belleza del lugar, que te dejará fascinado.

No te pierdas la oportunidad de hacer un viaje aéreo o terrestre a las zonas arqueológicas de Bonampak y Yaxchilán. Si es terrestre, incluirá una caminata de 10 kilómetros a través de la selva y un recorrido sobre el río Usumacinta. Una experiencia de verdad indescriptible.

Se puede llegar por carretera, tren o avioneta

A Palenque podrás llegar utilizando las carreteras 190 y 199 en un recorrido de aproximadamente 6 horas, partiendo de Tuxtla Gutiérrez, la capital del Estado.

Si deseas llegar por ferrocarril, tendrás que tomar la ruta que parte de Córdoba, Veracruz, con destino a Mérida, Yucatán. La Estación Pakal-Ná se encuentra a escasos kilómetros de Palenque.

Pero la mejor vía de acceso es partiendo de Villahermosa, Tabasco por la carretera Número 186 con dirección a Escárcega. En playa Catazhá se toma la desviación a Ocosingo hasta la población de Palenque, un poco más adelante se encuentra el camino pavimentado que conduce al parque.

En fecha próxima, se iniciarán los vuelos comerciales hacia esa ciudad, contándose actualmente con el servicio de renta de avionetas que parten de las ciudades de Tuxtla Gutiérrez, Ocosingo y Comitán de Domínguez. A Palenque también es posible acceder utilizando la carretera 186.

Palenque se ubica a 299 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez y a 220 de San Cristóbal de las Casas y la zona arqueológica se encuentra ubicada a 8 de la ciudad del mismo nombre.

Debido al clima generalmente cálido-húmedo que predomina en la región, con frecuentes lluvias, te sugerimos utilizar vestuario fresco y calzado cómodo, de preferencia antiderrapante y portar siempre impermeable ó paraguas.

Fiestas populares, leyendas y tradiciones

La alegría y belleza del lugar no podía hacer que sus pobladores no disfrutaran de fiestas populares, las cuales sirven para agasajo de propios y extraños. En agosto, del 1 al 5, en honor a Santo Domingo de Guzmán, patrono del pueblo, se realiza una feria en conjunto de varias celebraciones.

El 4 de octubre en el poblado Pacalna, realizan una feria en honor a San Francisco de Asís; el 12 de diciembre en Chancalá festejan a la Virgen de Guadalupe.

La herencia de la época colonial es demasiado fuerte, por lo que algunas leyendas se niegan a desaparecer, como la del hombre negro, que es conocida de todos.

Se trata de un personaje que en los caminos de las sierras se le aparece al viajero para extraviarlo y llevarlo a sus “encantamientos”.

También tienen la costumbre de que les corresponde a los hombres dar muerte al pollo o pavo que se utiliza en las comidas, las mujeres no matan a las aves, porque de lo contrario sufrirían grandes males.

En Palenque, la comida típica es el “shote con momo”, el cual está preparado a base de caracol de río, hoja de yerba santa y masa de nixtamal. Para consentir tu paladar se elaboran en esta ciudad riquísimos dulces a base de miel de abeja. Pero si de refrescarse se trata, existen bebidas de pozol blanco, cacao, la chicha y el balche.

En este municipio de Palenque, aún se encuentran algunos grupos étnicos como los choles, tzeltales y lacandones. La actividad que rige esta zona es la agricultura, donde destacan los cultivos de maíz y fríjol, producidos para el autoconsumo; el café para el mercado nacional e internacional y cítricos para el consumo local, así como la ganadería y la apicultura, porque son uno de los principales productores de miel en el estado.

Palenque, te ofrece la oportunidad de disfrutar de esta ciudad de los dioses; si eres de espíritu joven y aventurero podrás encontrar campamentos en sus bosques y selvas, si eres más tradicional, existen diferentes ofertas de hospedaje para todos los gustos y bolsillos, no dejes pasar la oportunidad de conocerlo...