Kolem Jaá
Con sus más de 24 mil kilómetros cuadrados de exuberante vegetación, el sureño estado de Tabasco es sin duda uno de los más atractivos para los amantes de la ecología, pues posee una vasta muestra de flora y fauna. Bien se dice que “Tabasco es de México el Edén”.
Como parte de sus bellezas naturales, se han desarrollado proyectos sustentables que atraen al llamado “ecoturismo” y “turismo de aventura”, gracias a actividades deportivas como el rappel, canopy, ciclismo de montaña, espeleología, tirolesa, etcétera.
Uno de estos Centros Ecológicos es Kolem Jaá, que en lengua chol significa “La grandeza del Agua”. Inició sus servicios hace sólo seis años, con la idea de ofrecer en un sólo lugar todo lo que el turismo de aventura y ecológico busca. Pero también busca reflejar la abundante riqueza natural de la zona, pues los terrenos que hoy abarca eran potreros, milpas y campos de cultivo de chile habanero.
Este jardín botánico natural que se encuentra a 95 kilómetros de la capital del estado, Villahermosa, entre cascadas, montañas, cavernas y ríos, es una reserva ecológica de 27.5 hectáreas, hábitat de más de 200 especies de aves, 500 variedades de plantas tropicales y 300 distintos mamíferos, insectos y reptiles.
Paseo por las alturas
La aventura inicia desde que se llega al lugar. En un parador localizado cerca del pueblo de Tapijulapa, el visitante es recibido por personal de Kolem Jaá para ser trasladado en lancha a través del río Oxolotán a la entrada de la reserva, en un viaje de menos de 10 minutos.
Para llegar a la recepción se pasa por una cascada y diversos riachuelos entre el bramido de los monos saraguatos o aulladores, infinidad de insectos, reptiles y aves. El camino está señalado por troncos incrustados en el suelo que los visitantes deben seguir.
El canopy es una de las actividades favoritas de los turistas, mediante el cual se hace un recorrido por las copas de los árboles a través de un cable guía, colocado horizontalmente, que va de árbol a árbol y donde la persona va sujeta de una polea enganchada a un arnés.
De esta forma se recorren 450 metros, pero se tiene que pasar por 11 plataformas y deslizarse entre las copas de los árboles por nueve cables de entre 10 y 150 metros de largo, que tienen una altura que va de los 15 a 40 metros. Desde las alturas, se puede observar de manera privilegiada el ecosistema del lugar, la mayoría de las veces acompañados de los anfitriones de la zona, los monos saraguatos, cuyas tropas están presentes en cada momento.
Desde las alturas, es posible ver algunas de sus cascadas, mismas que dan vida a la tupida vegetación selvática.
Al finalizar el trayecto se tiene que descender a rappel de la última plataforma. El recorrido se hace siempre con la asistencia de guías especializadas que en todo momento están atentos de cada uno de los participantes. Esta actividad se puede practicar desde los seis años de edad, siempre y cuando el menor vaya acompañado de un adulto.
Este centro ecoturístico ofrece hospedaje gracias a una serie de cabañas, las cuales cuentan con todas las comodidades de un hotel de cinco estrellas; pero si se prefiere, se puede acampar en el lugar.
Con un enfoque orientado a proteger el entorno natural y brindar beneficios a las comunidades de la zona, se han establecido varios proyectos productivos como un vivero, talleres artesanales de mimbre, reproducción de bambú, un venadario, en donde se enseña a los lugareños a reproducir a la especie cola blanca en peligro de extinción y talleres de artesanías a base de piel, cuerno y pezuña de venado.
Desarrollo sustentable
Kolem Jaá inició en 1997, con la compra de 11 hectáreas de terreno utilizado como potrero.
Como primer paso se planteó la necesidad de establecer campos de reforestación intensiva con árboles de caoba, cedro, maculiz y guayacán; también se sembraron árboles frutales y ornamentales en toda su superficie.
En el año 2002 se construyó la zona de campamentos y en el año 2003 se terminaron las 10 cabañas con teja llamada Majcubajcuay, como antiguamente se le conocía a Tapijulapa por la cultura zoque, derivado de la cultura Olmeca.
Parte de los objetivos de Kolem Jaá son minimizar los impactos sociales que ellos generen, mediante la creación de empleos; la compra de insumos autóctonos y productos orgánicos producidos por los campesinos, e impulsar el desarrollo artesanal ligado con la afluencia turística que logre una simbiosis mutua, buscando conjuntamente el desarrollo general de la zona más pobre del Estado de Tabasco, Tacotalpa.
Los alrededores
A pocos minutos de este lugar, a dos kilómetros, se encuentra uno de los pueblos más pintorescos de Tabasco, Tapijulapa, el cual se localiza a la orilla de la confluencia de los ríos Amatán y Oxalatán, ideales para la práctica del rafting.
En este pueblo colonial se puede visitar la iglesia de Santiago Apóstol, construida a finales del siglo XVII, la cual se ubica en la parte más alta de un cerro, desde donde se admiran los valles, las montañas y la exuberante vegetación que rodea la zona. Aquí los artesanos trabajan la madera y el mimbre, con los que elaboran excelentes muebles y artículos decorativos.
A sólo tres kilómetros de Tapijulapa se sitúa la población de Villa Luz, que cuenta con la reserva ecológica del mismo nombre, lugar zoque con hermosas cascadas, balneario de aguas sulfurosas, grutas y exuberante vegetación. Aquí se localiza la casa del ex-gobernador tabasqueño, Tomás Garrido Canabal, la cual muestra piezas arqueológicas zoques, artesanías típicas y posee una sala de consulta.
En este punto se puede visitar la Cueva de las Sardinas Ciegas, hábitat de las especies que le han dado su nombre y que sobreviven en condiciones extremas. Es la única cueva en el mundo en proceso de formación, debido a una bacteria que vive ahí y que crea las formaciones rocosas de las grutas.
En este sitio se realiza, en el mes de mayo, un ritual prehispánico denominado La Pesca de la Sardina, dedicado a la deidad de la abundancia y a través del cual los lugareños saben cómo les irá en los siguientes meses del año, el cual consiste en una procesión y diversa danzas.
Un poco hacia el norte, se encuentra la Cueva de las Canicas, llamada así por las formaciones rocosas que hay en su interior y que la hacen única a en todo el orbe. Se dice que los cangrejos, los cuales ya no habitan el lugar, fueron quienes formaron las esferas con el lodo del suelo, las cuales con el tiempo se petrificaron, y como aquí el suelo no es igual que en el mar, éstas no se deshicieron por la marea.
Estas son sólo algunas de las razones para visitar este edén en la tierra.