La Ruta del Vino

Si de degustar vino y conocer cómo se elabora en las propias vitivinícolas, la "Ruta del Vino" en el Valle de Guadalupe en Ensenada Baja California es la mejor elección.

Altitud, buena tierra, tiempo y temperatura son sólo algunas bondades que hacen de la parte norte de Baja California, una zona ideal para el cultivo de la vid, sede de casas productoras de excelentes vinos que se han vuelto imprescindibles en mesas de reuniones, grandes celebraciones e importantes restaurantes, y que al mismo tiempo son punto de partida de la Ruta del Vino.

Los Valles de Calafia, Guadalupe y San Antonio de las Minas son el corazón de la Ruta del Vino, que se extiende también hacia el norte al Valle de las Palmas y hacia el sur a los de Santo Tomás y San Vicente Ferrer, lugares en donde se cultivan uvas Chenin Blanc, Colombard, Sauvignon Blanc y Chardonnay para los vinos blancos, al igual que Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc, Grenache, Carignan, Barbera, Nebbiolo y Zinfandel para los tintos.

En la ruta se visitan más de 15 casas vinícolas entre ellas Barón Balche, La Cava de Don Juan, Bodegas Santo Tomás, Las Cavas Valmar, Bodegas Bbayoff, Casa de Piedra, Bodegas Valle de Guadalupe (la única de tradición rusa), Casa Domecq, Chateau Camou, L.A. Cetto, Mogor Badan, Monte Xanic, Viña de Liceaga, Vinícola Pijoan, Vitivinícola Tres Valles, Viñedos Lafarga, Vinos Tanama, Viñedos Don Juan, La Casa de Doña Lupe, Vinos Albarolo y Vinos Californianos.

Este recorrido ofrece una gama amplia de atracciones que van desde las más pequeñas vinícolas familiares hasta los productores a gran escala. Aquí encontrarás desde pequeños restaurantes campestres familiares hasta la más fina mesa, además de sitios para acampar, ranchos, centros artesanales, museos, hoteles tipo Bed & Breakfast, boutiques de vinos, galerías de arte, cultura indígena y sitios naturales.

En la región se puede disfrutar de unas vacaciones divertidas, activas, exóticas o románticas en un lugar interesante y seguro. La Ruta del Vino es el destino ideal para unos cuantos días en pareja o con toda la familia.

Origen y generalidades

Los primeros pobladores de esta parte de la península de Baja California fueron indígenas de las culturas Kiliwa y Kumiai, seguidos de misioneros ibéricos y mexicanos, quienes abrieron brecha para la llegada de inmigrantes de Rusia, Europa y el resto de México.

Un recorrido por los cultivos de la vid

De un total de 22 viñedos registrados dentro de la Ruta del Vino por la Asociación de Vinicultores de Baja California, vale la pena destacar algunos, ya sea por su antigüedad, características peculiares o por su oferta al visitante.

L. A. Cetto Valle de Guadalupe, es una de las vinícolas con más renombre y tradición. Aparte de sus viñedos ofrece jardines, área de picnic, sala de degustación, tours y una boutique. Se ubica en el kilómetro 73.5 Carretera No. 3 Tecate-Ensenada, en Francisco Zarco-Valle de Guadalupe. A un costado, también se puede visitar el viñedo Domecq, con sala de degustación, área de picnic y tienda.

Un sitio recomendado por ofrecer una buena explicación de la elaboración del vino, además de degustación en cava y terraza, con posibilidad de compras, es la Viña de Liceaga, en el kilómetro 93.5 de la Carretera No. 3 Tecate-Ensenada, en San Antonio de las Minas.

Adentrándonos al arte del buen vino y si lo que desea es aprender más a fondo sobre la vitivinicultura, Casa de Piedra, ubicada en el kilómetro 93.5 de la Carretera No. 3 Tecate-Ensenada en San Antonio de las Minas, es una buena oportunidad. El sitio también ofrece tours y degustación.

Con respecto a la tradición y dedicación, Mogor Badán tiene campos vinícolas y hortalizas orgánicas familiares donde podrá degustar el llamado elixir de dioses y reyes, además de comprar alguno de los vinos que aquí se elaboran. Está en el kilómetro 86.5 Carretera No. 3 Tecate-Ensenada. Una opción más es Monte Xanic, que es una de las primeras vinícolas del destino. Ahí se brinda una plática sobre los vinos de casa, degustación y venta de los mismos.

La mejor manera de disfrutar

Para la Asociación de Vitivinicultores de Baja California, ya sea en tours o solo el visitante tendrá un agradable momento de vacaciones. Para aquellos que gustan de planear por sí solos sus vacaciones, pueden tomar "La Ruta del Vino" por su cuenta y visitaron más de seis vinícolas que están abiertas todos los días, o contratar un servicio de tour que incluye transporte, visitas guiadas y alimentos. Este caso es recomendable siempre adelantar la reservación a las vinícolas; y si son grupos mayores de 20 personas la sugerencia es mejor realizarla en autobús.

Lo más aconsejable para disfrutar en plenitud "La Ruta del Vino" es visitar solamente cuatro vinícolas por día y comer en alguno de los restaurantes de la zona.

En agosto y antes de dar inicio el otoño, los vinicultores comienzan con la pizca, primer paso de la elaboración del vino, donde decidirán si es el momento preciso de cortar el fruto de la vid o aguardar más, para después fermentar y almacenar en una cava, el producto ya embotellado hasta su maduración.

La ruta puede realizarse en cualquier momento del año, pero definitivamente los campos verdes y los paisajes a mediados de septiembre son las mejores épocas, aunque las oportunidades surgen también aprovechando que Ensenada es sede de festivales que involucran al vino, como él Festival de las Conchas y Vino Nuevo, celebrado en febrero o el Festival del Caballo "Arte y Vino" y el del "Viñedo en Flor" en mayo. Esta última es una verbena alusiva al florecimiento de los viñedos con la cual da inició la temporada de la producción de la uva para diferentes vinos de mesa. Cada año se realiza en una vinícola diferente de la región del Valle de Guadalupe.

Sin embargo las fiestas de mayor trascendencia son las de "La Vendimia", celebradas en el Valle de Guadalupe en el mes de agosto de cada año, donde además se realizan visitas enológicas guiadas por los viñedos y bodegas vinícolas, así que es una magnífica oportunidad para apreciar el proceso de elaboración de los vinos.

Durante estas fiestas de "La Vendimia" algunas casas vitivinícolas llevan a cabo diversas actividades como la bendición de la primera molienda, concursos de pisado de uva, degustación de vinos, comida campirana, corrida de toros y bailables de coloridos ambientes.

Aparte de los festejos particulares en bodegas y viñedos, la avenida Miramar, frente a las Bodegas de Santo Tomás, se cierra para celebrar una verbena popular.

Dichas celebraciones tienen origen en la Grecia antigua. Cultivar la uva era motivo de fiesta, y la celebración se hacía en torno a Dionisio, Dios del Vino, quien representaba influencias sociales y beneficiosas, considerado promotor de la civilización, legislador y amante de la paz, así como protector de la agricultura y el teatro.

Las bodegas de L.A.Cetto, Pedro Domecq, Bodegas Santo Tomás y Monte Xanic están entre las más visitadas. En los alrededores también se pueden visitar pinturas rupestres, aguas termales, arroyos, y restos de antiguas misiones coloniales. Hay comunidades indígenas que ofrecen hospitalidad y sus artesanías. También encontrarás una gran oferta de obras de artistas de la región en exposiciones y galerías dentro de las cavas.

Se pueden hacer recorridos por cavas familiares más pequeñas como Vinos Sueños, Don Juan, o conocer los productos de Doña Lupe, donde podrás degustar las producciones de vinos, brandys y mezcal, panes, quesos, aceites de oliva, y también sentir aromas únicos y especiales de las especies de la región.

Gastronomía

En lo que se refiere gastronomía, hay variadas opciones, como la tradicional comida estilo ruso, restaurantes de comida mexicana, árabe, y también degustaciones de productos regionales como quesos, miel, pan, aceitunas, etc. Entre los restaurantes a visitar está El Mesón de Mustafá, especialista en comida mexicana y árabe; él Laja donde el comensal disfruta el sabor típico de la región; El Azafrán & Boutique restaurante de comida mediterránea o el Vainillo de cocina internacional con especialidad en barbacoa y pay casero, todos estos sobre la carretera Tecate-Ensenada.

Además de viñedos, restaurantes y hoteles, "La Ruta del Vino", cuentan con museos que ilustran al visitante sobre la gastronomía de la región. Tal es el caso del museo comunitario del Valle de Guadalupe y el museo Casa del Ruso, donde se aprende el desarrollo de las vides en Baja California; así como la influencia de la migración rusa a finales del siglo XIX en la región.

Ambos espacios tienen la peculiaridad de rescatar la memoria gastronómica de la región, que conservan las tradiciones que se han traspasado de generación en generación.

Hospedaje

Para el hospedaje, en "La Ruta del Vino" se encuentran hoteles pequeños con excelente servicio y en la ciudad de Ensenada (aproximadamente 30 km) más de 20 hoteles. Anualmente se reciben alrededor de 15,000 visitantes sin incluir los que asisten a las fiestas de la Vendimia que suman 25,000 durante los 17 días que duran en agosto.

Mejor aún por ofertar hospedaje, así como paseos a caballo, es el viñedo Adobe Guadalupe; su hotel tipo Bed & breakfast de seis habitaciones, con un restaurante privado, alberca, jacuzzi y caballerizas, es agradable para una estancia en el verano. Se ubica en El Porvenir, Baja California, cercano a la Carretera No. 3. Es necesario reservar con anticipación, opción que vale la pena si lo que desea es gozar de un buen sitio campirano.

Alrededores turísticos

La Ruta del Vino resguarda una interesante mezcla de culturas, distintas y complementarias. Aquí se puede conocer la herencia precolombina, española, rusa y mexicana de sus habitantes, por lo que es recomendable visitar el Museo Comunitario Ruso del Valle de Guadalupe.

Ubicado en un inmueble de la antigua colonia Rusa, este recinto cuenta con una pequeña exposición de memorabilia de sus habitantes y objetos indígenas. Se accede a recorridos guiados al sitio misional, aguas termales, pinturas rupestres y comunidades indígenas, con previa cita.

Para ahondar en esta cultura se puede visitar El Panteón Ruso, una pequeña necrópolis de la antigua colonia. También en las Casas Molokanes se pueden encontrar inmuebles construidos y utilizados por los antiguos colonos del lugar.

Por su parte, el Museo Histórico Comunitario INAH resalta la herencia de la cultura Kumiai, así como la influencia de los inmigrantes rusos en esta región.

Un atractivo paseo lo constituyen los Vestigios de las Minas de San Antonio, las cuales dieron origen a este poblado en el siglo XIX.

Asimismo, destacan los Morteros Gigantes de San Antonio Nécua, pues ahí hay diversos sitios con estos aparatos utilizados en la molienda de granos por los habitantes indígenas de esta zona.

Por su parte, los distintos ranchos de la región, ofertan bellas áreas rurales donde se puede practicar ciclismo de montaña y caminata, como en el Rancho María Teresa y el Rancho Láve.

Asimismo, Baja California ofrece bellos paisajes naturales, uno de los cuales es el Ojo de Agua La Tortuga y la Cascada del Arroyo de Guadalupe, cuyo paredón de piedra de 30 metros de altura en donde es posible practicar rappel, da origen a una bella laguna.

Si no eres tan aventurado y a cambio buscas descanso para tu salud, puedes acudir a las Aguas Termales cercanas al Rancho La Gotita. Sus pozas sulfurosas se dice tienen propiedades curativas.

Sin embargo y no obstante todo lo que envuelve la Ruta del Vino, lo más gratificante, tanto para vitivinicultores como visitantes, es el poder degustar un trago de lo que con tanto amor, esfuerzo y dedicación, producen estas tierras de Baja California. Ver mapa de la ruta del vino

Si requieres más información: www.rutadelvino.com.mx