Enamórate con un plan romántico en el Desierto de Atacama
El continente sudamericano es un territorio lleno de lugares espectaculares y que consiguen cautivar a los más románticos. Islas vírgenes, parajes naturales y mucha riqueza cultural. Sin embargo, hay un rincón que sorprende por encima de otros y no lo hace solo por su belleza. Pocos pensarían que un desierto pudiera convertirse en el escenario perfecto para que surgiera la chispa del amor con una pareja, pero así es. Chile tiene el privilegio de contar con el Desierto del Atacama. Un páramo que impresiona y no solo a turistas nacionales, sino a los de todo el planeta tierra.
Los World Travel Awards, los considerados como los “Óscar” del turismo, han galardonado al Atacama en varias oportunidades como el destino más romántico de Sudamérica. El último premio ha sido el recibido en este año 2019, después de haberlo conseguido ya el pasado año. Los chilenos no solo cuentan con ganadores en esta categoría, también con la región más aventurera y el mejor destino de naturaleza.
Pero es la estepa situada entre los Andes y el océano Pacífico la que levanta más pasiones. A pesar de ser el rincón más árido del planeta, siempre dejando a un lado los desiertos polares, los paisajes que se encuentran en él son de película. Las extensas llanuras contrastan con montañas que pueden llegar a alcanzar los 4.000 metros de altura con respecto al nivel del mar. El color rojizo de su arena ayuda a que el cielo estrellado y nocturno luzca más que en ninguna otra zona. Una zona en la que también conviven géiseres, volcanes y cambios drásticos de dunas.
Y no solo el desierto es una opción para el turismo, aunque sea el principal reclamo. Hay todo un repertorio de ocio alrededor para disfrutar durante varios días de la experiencia. Por eso vamos a presentar los mejores planes para organizar en Atacama y alrededores. Si los asesores expertos en viajes más importantes lo recomiendan será por algo.
Visitar San Pedro de Atacama
San Pedro de Atacama es una de las comunas que conforman la región de Antofagasta, en la provincia de El Loa. Su encanto particular atrajo en otra época a visitantes que, con su mochila a la espalda, recorrían los lugares más inhóspitos de sus llanuras. Poco a poco ha ido evolucionando y, hoy en día, también es un sitio indicado para un turismo que busque más comodidades, pero sobre todo que adore los paisajes.
El Valle de la Luna ofrece uno de los más impresionantes, en los que la figura del satélite se funde con las dunas y los picos más altos de las montañas. Ideal para tomar una manta y acurrucarse junto a su pareja en plena arena a observar con mucha atención el cielo. Aunque para observarlos con más exactitud está el observatorio astronómico ALMA, el más grande del mundo y con una altitud que ayuda a poder contemplar más de cerca las estrellas.
El Salar de Atacama es otra cita obligada. Una inmensa reserva natural de flamencos y que da pie para organizar excursiones para los más aventureros. Una vez que se accede a él se pueden disfrutar de unos aperitivos típicos de Chile y una copa de vino, mientras se observa un horizonte de rocas y altibajos. También de gastronomía puede presumir este asentamiento, con restaurantes de mucho renombre. Recomendables los del Casino Marina del Sol, un centro en el que también dejar espacio al entretenimiento.
Las instalaciones son propiedad del Grupo Valmar, que apuesta por la cultura nacional y los manjares de la tierra. El conglomerado ha participado en construcciones que se han asentado fuera del país, aunque es en territorio chileno donde ha creado su complejo de entretenimiento más grande. En el Sun City de Sudáfrica entró a formar parte del accionariado tras firmar un acuerdo de colaboración con Sun Dreams y le dio un lavado de cara a la imagen a la sala de juegos, mientras que territorio mexicano ayudó en la remodelación del Crown City de Villahermosa, uno de los casinos más importantes de México. Lugar por tanto avalado y en el que celebrar una bonita cena romántica.
Y para los más clásicos y enamorados de los monumentos, paradas necesarias la Iglesia de San Pedro y el Museo Arqueológico Gustavo Le Paige, ambos con un alto valor cultural andino y con restos de los pueblos que en la antigüedad pasaron por Chile.
Acudir a los numerosos valles de la zona
El Valle de la Luna es la depresión más conocida del Desierto de Atacama, pero hay muchos otros que esconden leyendas antiguas muy misteriosas. El Valle de la Muerte se sitúa apenas a 2 kilómetros de la localidad de San Pedro y recibe su nombre de una antigua tradición que afirma que el que osaba adentrarse en él moría en el intento. Lo cierto es que se han descubierto restos humanos y animales en este accidente que lo corroboran, además de que en su base no crece ningún tipo de planta debido a su aridez. Por eso es perfecto para practicar trekking, ya sea a pie o en bici, y desplazarse por toda la Cordillera de la Sal.
Un poco más lejos, a 90 kilómetros, se encuentra el Valle del Arcoíris. Formaciones rocosas muy singulares y de colores muy variados se funden en estos cerros característicos, que poseen materiales arcillosos y sales minerales muy variadas. Pero para muchos turistas la mejor experiencia es recorrer el Valle de Catarpe. A caballo o en bicicleta, pero resultará imposible recorrer este camino a motor. La cercanía con el río local provoca que el paisaje verde florezca entre las montañas y deje unas vistas espectaculares por lugares como La Quebrada del Diablo, El Túnel o La Capilla de San Isidro.
Y como dejar de lado los Geysers del Tatio, un campo geotérmico que en las primeras horas de la mañana ofrece unas vistas tremendas de humaredas de vapor surgiendo de sus cráteres. Este fenómeno se produce por las altas temperaturas de sus aguas, aunque para el turista es recomendable llevar ropa muy abrigada por la gran altura a la que se encuentran.
Disfrutar también de momentos de playa
No solo los planes de montaña están presentes en Atacama, ya que a pocos kilómetros del desierto encontramos playas de un valor natural muy destacado. Sus aguas turquesas y su arena de conchas ofrecen un gran esplendor a todo viajero que quiera hacer un alto en el camino. Como tal, los alojamientos de la zona cuentan con una amplia carta de productos marinos exclusivos como los camarones. Perfecto para tener una comida en pareja.
Después habrá múltiples de opciones de ocio, basadas en deportes acuáticos. Kayak, snorkel o windsurf. Todo vale junto a la opción de tomar la tienda de camping o la autocaravana y situarse a pie de playa. Experiencia única para sitios como Bahía Inglesa, Parque Nacional Llano de Challe o Playa la Virgen.