Eloise: La cocina francesa creativa y divertida

En este restaurante uno encuentra una cocina que garantiza cuatro aspectos fundamentales para una gran experiencia gastronómica: Un manejo impecable de las técnicas tradicionales de la cocina francesa combinada con los nuevos secretos de la haute cuisine contemporánea; una selección de la materia prima muy cuidada, basta probar sus recetas perfumadas con trufa fresca o el foie gras hecho en casa, para darse cuenta que hay mucha dedicación a cada plato. Buen servicio, oportuno, con ese toque de hospitalidad mexicana que le falta a los restaurantes franceses de postín.

Sin poses ni pretensiones

La carta deja ver grandes porciones de creatividad y buen gusto pero sin estridencias, es pues, un lugar donde la gente va a comer bien sin poses, ni pretensiones, un restaurante donde el chef propietario está al pendiente de todos los
detalles tanto en la cocina como en el salón.

Abel Hernández es el creador de este restaurante que con seis años de operación, ya se volvió un clásico en la Avenida Revolución, por los rumbos de Altavista, y donde llegar sin reservación un viernes por la noche puede hacer que te quedes con las ganas de probar sus delicias.

Últimamente Eloise enriqueció su propuesta con la presencia en sus cocinas del chef Eduardo Morali, (el favorito de un reality televisivo de cocineros), Eduardo, sin duda, ha traído nuevas ideas y platillos al restaurante, gracias a su experiencia en lugares de cinco tenedores de nueva York, lo que ha refrescado el menú de este feudo de elegante decoración neoclásica.

Delicias adictivas

La oferta culinaria no es tan extensa pero tiene la cantidad de delicias necesarias para ser adictiva. De entrada la sugerencia va para la Crême brulée de foie gras, hecha de manera muy artesanal con vinagreta de maracuyá, un poco de arúgula y pasas, el resultado es un plato de sabores muy suaves y delicados. De las nuevas recetas, sin duda, la charcutería hecha en casa es, no sólo muy sabrosa, también es digna de mención, ya que el prosciutto de pato es un delirio, al igual que los vegetales encurtidos que la acompañan.

Los rissottos son plato insignia, en especial el de escargots, hecho con regordetes caracoles preparados con ajo, mantequilla, vino blanco, perejil y parmesano, un plato culposo donde la mantequilla llena de sabor a los escargots y el arroz se vuelve un pretexto para no dejar escapar ni una gota de sabor.

Para el tercer tiempo, se sugiere otra delicia clásica de la cocina francesa, la costilla corta de res a la bourguignon, cocinada largamente por ocho horas en vino tinto, servida con verduras glaseadas y guarnición de un aterciopelado puré de papa. La carne se corta suave al paso del cuchillo, la salsa es perfecta, armoniosa reducción de los jugos de la res, las hierbas de olor, los vegetales y la complejidad del vino, es del tipo de plato por el que uno regresaría una y otra vez.

Selecciones supremas

Desde luego que ante tales delicias la cava de la casa está a la altura, 240 etiquetas de vinos escogidas por la sommelier que hace una selección muy buena basada en precio calidad, con mucha propuesta, además claro, incluye los grandes crus y etiquetas de gama premium, así como muchas champañas para escoger.

Otras buenas opciones del menú son el rack de cordero sobre rissotto de cebada tostada; el magret de pato en salsa de lentejas al vino. Los espárragos trufados con parmesano y el pescado Amandine, preparado con costra de almendras y perejil y una salsa holandesa avellanada.

Y para los indecisos no hay pierde, la hamburguesa Eloise, de carne Angus, short rib estofado, hongos de temporada y un queso de oveja artesanal, dan como resultado una regordeta burger gourmet que puede acompañar con una cerveza artesanal.

Eloise está en su mejor momento y pronto tendrá una hermana, se llamará Loreta, dedicada a la cocina mediterránea, otro logro del Chef Abel Hernández y su equipo.