Los mayas y el tiempo
Una de las extraordinarias obras de los mayas es el calendario que lleva su nombre y que consta de tres diferentes cuentas del tiempo, incluso podría decirse, de tres diferentes calendarios: Tzolkin, Haab y Katún.
No hay duda, la civilización maya fue poseedora de complejos conocimientos matemáticos y astronómicos que interpretaban de acuerdo a su cosmovisión religiosa.
Una de sus extraordinarias obras fue el Calendario Maya, que consta de tres diferentes cuentas del tiempo, incluso podría decirse, de tres diferentes calendarios, más un conjunto de almanaques:
La cuenta de los días
El primer calendario denominado Tzolkin (la cuenta de los días) está concebido en la observación del cielo. Consta de 260 días y se usaba para celebrar ceremonias religiosas, pronosticar, la pesca y hasta el destino de las personas.
Meses buenos y nefastos
El Haab medía el año solar dividiéndolo en 18 meses de 20 días cada uno; los últimos cinco días del año, a los que llamaban auyeb, no tenían nombre pero eran considerados nefastos.
La era larga
El Katún, ese era el calendario de la cuenta larga del tiempo. Al igual que el Calendario Gregoriano, contaba series de años conocidos como lustros, décadas, siglos y milenios.
Este calendario era usado para registrar hechos históricos de suma importancia como batallas y guerras y también para profetizar el futuro distante.
Futuro, precisión y exactitud
La unión de estos tres calendarios ofrecía a los mayas infinidad de datos precisos. Este manejo de mediciones es tan preciso que supera a la exactitud del Calendario Gregoriano, que es el que usamos en todo el mundo occidental.
Este calendario cuenta el tiempo desde el 13 de agosto del 3114 a.C y terminará su cómputo el 21 de diciembre del 2012 d.C., iniciando así una cuenta. Un nuevo lapso.
Una nueva era
Esta nueva época que entrará en vigor en breve, dará a los seres humanos, la oportunidad de reflexionar sobre su existencia misma, acerca de su comportamiento e interacción con la naturaleza, permitiéndoles unirse, olvidándose del materialismo, odio y egoísmo que priva actualmente, para dar paso a un tiempo de tranquilidad y de muy merecida paz. Se generará fuerza y armonía suficientes para mover montañas…