Plateros: Santuario del Santo Niño de Atocha
El poblado de Plateros emplazado en el centro del estado de Zacatecas, es un Santuario Nacional católico visitado por miles de peregrinos de México, Estados Unidos y otras latitudes de América, sólo es superado por la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y la Virgen de San Juan de los Lagos.
En esta ciudad, el centro posee una pequeña plaza con su kiosco, mercado, hoteles y restaurantes. Justo enfrente sobresale el templo de estilo barroco adornado por retablos y dedicado al Señor de Plateros, donde se venera la pequeña imagen milagrosa del Santo Niño de Atocha, de 50 cm de talla.
La leyenda de este pequeño Santo Niño hacedor de milagros, surgió en Madrid, España, en el suburbio de Atocha, en tiempos cuando muchos hombres estaban en prisión por la fe que profesaban. Traído por los primeros españoles hasta esta tierra minera, es la imagen del niño Jesús, sentado en una pequeña silla que luce un ropaje largo con cuello de encaje y puños con volados, también lleva una capa que rememora la imagen de un peregrino. En su mano izquierda sostiene una pequeña canasta y en la mano derecha una vasija de agua sostenida por su bastón, y siempre porta un gran sombrero adornado con una pluma.
Para venerarlo, llegan peregrinos que agradecen o piden favores a este santo “Niño Azul”, como se aprecia en paredes y habitaciones contiguas al templo, cubiertas por miles de exvotos o “milagros” consistentes en fotos, cartas, figuras religiosas y testimonios devocionales dejados por los visitantes. Los peregrinos llegan todo el año y suman más de 1.5 millones; en el poblado se puede disfrutar gastronomía accesible a todos los presupuestos, además de piezas artesanales hechas por huicholes. Alrededor de la iglesia abundan las artesanías a precios bajos en numerosos comercios que ofrecen diversos artículos religiosos, así como réplicas de todos tamaños del Niño Santo.
Ubicado a 5 km de Fresnillo y a 68 km de la capital, este Santuario de Plateros forma parte del antiguo Camino Real de Tierra Adentro, incluido por la UNESCO en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad. Es un interesante destino, pues el turismo religioso ocupa un lugar preponderante entre sus habitantes, quienes en su mayoría dependen directa o indirectamente de las actividades, servicios y comercio en torno a este niño milagroso de Plateros, que sin distinguir ideas o religiones, espera a todos con el corazón abierto.