Monterrey, digna de conocer


Revista Buen Viaje 2 Abril, 2020

Zona metropolitana de Monterrey. Crédito: Jorge Gardner

A pesar que muchos la llaman la capital de la industria mexicana, Monterrey es una ciudad maravillosa que brinda tantas opciones de recreación y esparcimiento que vale la pena escaparse unos días allí para admirar y recorrer a esta bella metrópoli.

Monterrey es la capital del estado de Nuevo León y se encuentra ubicada en la base del Cerro de la Silla, parte de la Sierra Madre Oriental. Su mote de capital industrial se debe a la presencia de varios yacimientos de oro, plata, plomo, bismuto, cobre y cinc, que convirtieron a la ciudad en uno de los centros financieros, comerciales y culturales más influyentes del país. También influyó su proximidad a la frontera de Estados Unidos.

¿Qué hacer en Monterrey?

Al bajarse en el aeropuerto internacional de la ciudad, luego de haber viajado en alguno de los tantos vuelos a la ciudad que llegan diariamente, lo ideal es ir hacia el centro con el fin de desprenderse del equipaje y emprender una visita a una de las plazas más grandes del mundo y también se debe decir de Latinoamérica. Rodeada de monumentos importantes como la Fuente de Neptuno, verde por doquier y edificios como el Palacio de Gobierno, museos de historia y arte, el Faro de Comercio y la Catedral. Aquí podrás ver la diferencia entre los edificios modernos con los coloniales del siglo XVII.

Si aún hay ganas de seguir conociendo lugares antes de recalar en alguno de los hoteles de la ciudad, se puede ir a recorrer el parque Fundidora, espacio de 142 hectáreas, en donde se pueden realizar muchas actividades como paseos en kayak, patinaje o rentar una bicicleta. Allí se encuentra también el Museo de Acero (ciencia y tecnología) Horno 3, donde se observará el proceso del acero a través de shows y exposiciones interactivas, además de contar con tirolesas. Y está el parque acuático Plaza Sésamo que cuenta con toboganes y piletas de olas, de lo mejor en atracciones.

Crédito: Yucel M.

Por otro lado, El Paseo Santa Lucía es digno de navegar, ya que consiste en 2 kilómetros de recorrido en bote a través de un canal artificial (el más largo de América Latina), donde un guía contará interesantes historias de la ciudad. Es una experiencia muy placentera esta excursión en la cual se ven cascadas artificiales, edificios, áreas verdes como también las montañas, y que comunica a la Macroplaza con el Parque Fundidora.

Posiblemente la estrella de la ciudad sea el Cerro de la Silla, nombre que se le da por asemejarse su figura a la de una silla de montar, y se puede ver desde cualquier punto de la ciudad y alrededores. Cabe señalar que para ir allí y obtener las mejores panorámicas de toda Monterrey es necesario tener una buena condición física, ya que requiere de bastante esfuerzo. El aventurero debe ir preparado, con calzado cómodo, y bien hidratado. Valdrá la pena la vista que se logra desde los altos cerros.

Siguiendo en las afueras de la urbe se podrá recorrer el Parque Ecológico Chipinque, zona sur, donde también se puede obtener un contacto directo con la naturaleza y apreciar gran diversidad de fauna y flora típicas de la región. Más alejado del centro, como a una hora y media, nos topamos con el Bioparque Estrella, donde se podrán ver especies animales en la forma similar a la de un safari. El paseo es en un vehículo adaptado para que se puedan apreciar a los animales en su hábitat ya que no están encerrados en jaulas.

Platillos norteños

El tradicional platillo norteño es el cabrito preparado con carne de la cría de la cabra, la cual ha sido alimentada solamente con leche de la madre. Se predispone con distintos adobos y sazones, para ser puesto luego a cocinar a sobre brasas a fuego lento. Verdadera delicia que se puede comer en muchos lugares pero los más famosos son Pipiripao, el Gran Pastor, y el Rey del Cabrito. Otros platos típicos de la ciudad son el machacado con huevo, la arrachera, la barbacoa de res o los cuajitos.

Monterrey es increíble, espectacular y un destino ideal para conocer, enamorarse y volver.

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