Colima ofrece una gran diversidad de experiencias turísticas desde el mar hasta la montaña


Por José García Frías jjgarciafrias@hotmail.com

Carlos Torres en la Cenaduría Doña Meche

Colima no deja de soprendernos en cada visita, y aunque fue un corto viaje de familiarización organizado por el Fideicomiso para la Promoción Turística del estado en coordinación con Volaris, en esta ocasión tuvimos la oportunidad de conocer más de su oferta turística.

Las cenadurías son imperdibles

No cabe la menor duda que la gastronomía se ha convertido en uno de los elementos de gran atractivo para turistas y viajeros, ya que cada destino ofrece parte de su identidad, cultura y tradiciones a través de la comida, y en el caso de Colima su cocina tiene un gran potencial, que va desde los pescados y mariscos hasta toda una gama de platillos tradicionales, como el pozole seco y el caldoso, los sopitos, las enchiladas dulces y el tatemado, entre otras delicias.

Con el fin de conocer una cenaduría, que es como se le conoce a los lugares típicos para cenar la comida tradicional colimota, fuimos al Restaurante La Villa de Doña Meche, en el que Carlos Guillermo Torres Campos nos habló del rescate de las recetas originales de su cocina que registra localmente, lo que está cobrando gran popularidad entre los visitantes.

Para que los clientes prueben la mayor cantidad de guisos, sirven un platón llamado “El Mercedes” que incluye diferentes especialidades, cuya característica es el concepto de la cocina de la casa que se lleva a los comensales.

El experto ronero Oscar Queris

El experto ronero Oscar Queris

Comentó que ya inclusive están organizando el Festival de las Cenadurías, donde participarán todos los restaurantes de este tipo, como el Juanita y el Julia, que tendrá lugar durante el mes de mayo del próximo año, el cual no nos podemos perder.

El deporte nacional

También nos presentó otra de sus pasiones y muy popular en el estado, el llamado deporte nacional, la charrería, a cargo del joven Alejandro Olmos Pérez, que practica esta disciplina desde niño, la cual se traduce en valor, respeto y honorabilidad, con una formación completa que incluye la práctica de equitación.

El charro narró sus peripecias para llegar a dominar muchas de las suertes de este deporte, además de hacer una demostración allí mismo, en la cenaduría, lo que complementó la espectacular cena en Doña Meche.

También nos compartió la experiencia de otro gran atractivo local que es La Petatera, una plaza de toros que es construida y reconstruida año tras año en el mes de febrero para la celebración de sus fiestas patronales, a partir de materiales como maderas, petate e ixtle mediante procesos regionales que tienen más de ciento sesenta años de tradición en Colima.

El tubero José Leonardo Moran Moreno en el Jardín Torres Quintero

Tuba, bolillo y mitote

Al ser Colima uno de los mayores productores del coco y sus derivados, la tuba es su bebida típica, exótica, que se encuentra con vendedores casi en cualquier parque o jardín, la cual se saca de la palma de coco al cortar completamente el racimo previo a que las flores abran, y goteando en recipientes se dejan varios días para recolectar cada mañana el líquido acumulado, con el fin de venderse pura como salió de la palma o combinada con una diversidad de frutas o cacahuate, nuez, etcétera.

Al respecto, nos comenta el guía de turistas, Florencio Amezcua, que hay una frase local que dice “tuba, bolillo y mitote”, que se refiere a la costumbre local por las mañanas de desayunar un vaso de esta bebida acompañada de un bolillo mientras se intercambian comentarios con vecinos o amigos.

Las Paletas de Villa de Álvarez

Una parada obligada es en el municipio vecino de Colima Capital, Villa de Álvarez, para probar sus famosas paletas heladas con más de 40 sabores, y tomarse una fotografía en el conjunto escultórico en bronce La Cablagata, situada en uno de los extemos del parque en tamaño real, donde uno de los caballos no cuenta con jinete, con la idea que los visitantes lo monten para la foto.

Innovación en productos turísticos

Un novedoso producto turístico de gran atractivo es el volar en globo aerostático por el Valle del Volcán de Fuego. No hay experiencia más maravillosa que ver el amancer con las panorámicas que brinda el coloso y sus alrededores.

Excelente atención personalizada de Dilva Alicia Cruz de Pinto

Excelente atención personalizada de Dilva Alicia Cruz de Pinto

Aunque estos recorridos en globo se han popularizado en muchos lugares del país, el diferenciador en cada caso es apreciar los entornos paisajísticos que brinda desde otra perspectiva, y en este caso, el Club Aerodeportivo Elévate ofrece esta oportunidad a 1,800 metros de altura, a cargo del experto Sean Parley desde Trapiche, Municipio de Cuauhtémoc.

Al respecto comentó Sean que por la altitud y las condiciones meteorológicas es un lugar muy seguro para volar, apreciando a baja altura riachuelos y cañadas, casi al nivel de la copa de los árboles, observando diversas especies de aves y fauna silvestre, como venados, zorros y jabalíes, lo cual se puede hacer en compañía de familiares y amigos, ya que la canastilla tiene una capacidad de hasta seis personas.

Otra actividad del club es la práctica del salto en tándem, con una duración de 45 segundos, una caída libre que parece interminable, dada la altura que se pude alcanzar en este sitio, y una vez abierto el paracaídas la vista se torna espectacular mientras se practican piruetas.

Destilería de Ron Clássico

También estuvimos en la destilería de Ron Clássico, donde conocimos y aprendimos cómo se elabora este producto de gran calidad, considerada una de las mejores plantas de ron del mundo, que incluye un cañaveral de 19 hectareas, cuya producción es de 3,200 litros mensuales de diferentes productos, como Premium, Especiado, Blanco y Añejo.

Estas visitas son atendidas por Paul Ayala y una de sus propietarias, Dilva Alicia Cruz de Pinto. Además del recorrido y la explicación se incluyen dos bebidas, una de las cuales es preparada por uno mismo y tiene un costos de 100 pesos por persona. En el caso de grupos se puede dar el servicio de comida solicitándolo, lo que muy pronto será parte de este producto turístico, ya que se encuentra en construcción un restaurante que complementará la experiencia.

El cubano Oscar Queris está a cargo de la producción del ron, un experto que inclusive imparte cursos para la empresa Bacardí, entre otras, quien apoya a la familia de Colima que se aventuró a emprender esta destilería que inició con la producción de caña y que ahora derivado de la inquietud del nieto produce un excelente ron colimense.

Por supuesto Colima Capital

La joya de la corona de un viaje a Colima, es conocer la capital con la que comparte nombre, cuyo centro histórico es uno de los más bonitos del país, plagado de historia y cultura, con una diversidad de impresionantes construcciones, como el famoso Teatro Hidalgo, con una arquitectura neoclásica que se construyó durante el último tercio del siglo XIX e inaugurándose en 1883.

Su más reciente remodelación lo convirtió en un teatro de primer nivel, que conserva su diseño de construcción pero con avances tecnológicos en su escenario, donde se han presentado grandes figuras, como tenores de talla internacional y renombradas compañías de danza. Es un recinto enfocado en la cultura con capacidad de 500 personas. Destaca el plafón, que fue obra del coliemense Alejandro Rangel.

No se puede dejar de recorrer el Jardín Libertad, la Catedral, la Casa de la Cultura, la Casa del Archivo, así como la Casa y Palacio de Gobierno de Colima, un recinto cultural que resguarda el mural de Jorge Chávez Carrillo.

También degustamos un delicioso platillo típico llamado Tatemado en el Restaurante Museo Charco de la Higuera, uno de los establecimientos tradicionales, que además de su excelente cocina se exponen obras de Alejandro Rangel y otros artistas colimenses. Llama la atención que en su carta se nombran los siete tesoros culturales de Colima: la Petatera, Comala, el Teatro Hidalgo, la Celebración de los Chayacates de Ixtlahuacán, el Ballet Folclórico de la Universidad de Colima, los Volcanes de Colima, y las Salinas de Cuyután.

Y para volver a Colima, dice una de sus tantas leyendas, que los visitantes tienen que ir al Parque de la Piedra Lisa, donde hay que aventarse como en resbaladilla. Por supuesto que lo hicimos y regresaremos.

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