El experto Eduardo Chaillo participó en la XXIX Cátedra de Turismo “Miguel Alemán Valdés”

La relevancia económica, educativa y social de la Industria de Reuniones


Por José García Frías jjgarciafrias@hotmail.com 5 Febrero, 2019
Eduardo Chaillo

Eduardo Chaillo

El experto en turismo de reuniones, Eduardo Chaillo (CMP, CMM, CASE), dictó la conferencia “La relevancia económica, educativa y social de la Industria de Reuniones”, en la XXIX Cátedra de Turismo “Miguel Alemán Valdés”, mediante la cual hizo un interesante balance de este sector del turismo desde su visión.

Su ponencia inició explicando el impacto económico de la industria y su cuantificación en México, en la que aseguró que apenas fue en los últimos 10 años, cuando algunos actores de la industria de reuniones decidieron cuantificar el impacto económico que este sector le produce a diferentes economías.

Dijo que el principio para generar una metodología de medición, no fue fácil, esta tarea fue liderada por organizaciones internacionales (ICCA, MPI, Reed Exhibitions y la OMT) e incluyó la definición de una reunión según un grupo de características (duración, tamaño, sede, ubicación), así como una clasificación de los objetivos por los que estas se llevan a cabo (congresos, convenciones, ferias y exposiciones y eventos de incentivos).

Habiendo ya desarrollado la metodología y obtenido el aval de la OMT se empezaron a producir estudios de medición del impacto en Canadá, Estados Unidos, México (3º en lograrlo), Dinamarca, Reino Unido, Singapur, Australia, Guatemala, Colombia, etcétera.

Con el propósito de demostrar el impacto económico que tiene este sector en México, se han llevado a cabo dos estudios, el primero realizado en el 2011 por Pricewaterhouse Coopers y el segundo en el 2014 por STA Consultores.

Presentó un muy interesante balance de la industria de reuniones

Presentó un muy interesante balance de la industria de reuniones

Aseguró que ambos estudios han demostrado que este sector es un dinamizador económico para el país, tal como lo demuestran las siguientes estadísticas: La industria de reuniones provoca 890 mil empleos, 13% más que el 2010 (el empleo en turismo incrementó 7.3% al comparar 2014 con 2010 (CST-INEGI)); Generó una derrama directa de 25 MMD con 29.3 millones de asistentes; El valor de la industria de reuniones equivale al 17.5% del valor del turismo; En el 2014 se realizaron 266,117 reuniones: 182.3 mil (69%) fueron reuniones corporativas, 33.8 mil congresos de asociaciones (13%), 7,661 (3%) incentivos, 6,440 exposiciones (2%) y el resto otro tipo de eventos.

Manifestó además que las reuniones aportan el 23.3% noche del país (mientras que en el 2010 era de 22.2%); De igual manera, el 25% de alimentos y bebidas consumidos por visitantes lo hacen asistentes a reuniones; Las reuniones representaron el 7.2% del turismo internacional en el 2014, es decir, 2.13 millones de participantes de otros países; La industria de reuniones generó divisas al país por 2,402,396,118 dólares americanos en 2014, que corresponde al 14.81% del total de divisas que ingresaron a México por turismo ese año; Un delegado internacional asistiendo a una reunión en México, gasta en promedio 1,299 dólares (vs. 1,092 en el 2010) esto es superior a lo gastado por un turista internación de 848.

Con respecto a la pirámide del Valor de las Reuniones
Reporte de Resultados 2014, aseveró que se ha demostrado, en los estudios de impacto realizados, que la industria de reuniones es más poderosa que la de computación o del armado de automóviles, entre otras. Este tipo de estudio, sin duda demuestra el enorme impacto que tiene la Industria en términos monetarios, sin embargo este enfoque solo contempla el corto plazo (derrama generada durante la visita de participantes) y dejan de lado un amplio rango de inmensurables beneficios de efecto acumulado que ocurren antes, durante y después para vastos sectores y aspectos globales.

El Momento de la Industria de Reuniones en México

Comentó que la Industria de Reuniones en México pasa por un muy buen momento, cuyo análisis lo enfocó en: capacidades (infraestructura), desempeño y competitividad; organización y representatividad; así como apoyo institucional.

En cuestión de infraestructura (hardware), nuestro país se encuentra dentro de los 14 países con instalaciones especializadas más grandes, con cerca de 600 mil metros cuadrados de espacio para exposiciones en 56 recintos, 2 millones de metros cuadrados para convenciones y 320 mil habitaciones en hoteles adecuados para este mercado. La conectividad ha crecido favorablemente y las inversiones tanto públicas como privadas presentan un ritmo ascendente alentador. En resumen, existe, cada vez más, un buen balance entre metros, camas y asientos de avión.

Por el lado del talento (software), en México ya hay una base sólida y un número importante de jugadores del sector no sólo capacidados pero certificados para poder atender a este exigente mercado de una forma eficiente y empática. Organizadores de congresos o exposiciones, expertos en mercadeo especializado, administradores de recintos y hoteleros enfocados en lo que antes se denominaban simplemente “grupos y convenciones” ahora cuentan con credenciales profesionales como el CMP, CMM, CIS o el CEM avaladas por las asociaciones globales de la industria.

En la arena mundial de los congresos, México ocupa, según el ranking de la International Congress and Convention Association (ICCA), el lugar No. 22 globalmente y el 5to lugar del continente. En el mercado corporativo de reuniones de Latinoamérica Cancun-Riviera Maya y la Ciudad de México ocupan los lugares 2 y 3 respectivamente, según American Express Meetings and Events; para CWT la CDMX ocupa el 2do lugar sólo después de Sao Paulo, Brasil.

En cuanto a la forma de asociarse que tiene la industria de reuniones como gremio, éste es un sector muy estructurado y especializado según el tipo de eventos que realicen los diferentes integrantes de la cadena de valor. Existen entonces cinco asociaciones nacionales: la AMPROFEC (Ferias y Exposiciones), AMEREF (Recintos feriales y Centros de Convenciones), AMDEM (Mercadeo de Destinos), PCO Meetings México (Organizadores de Congresos), AMDEMAC (DMCs) y 6 capítulos de asociaciones internacionales de la industria como: ICCA, SITE, MPI, PCMA, GBTA y IAEE (también divididos por tipo de evento y miembros).

Al ser tantos gremios por especialidad y ante la necesidad de hacer valer la relevancia de la industria hacia autoridades y sociedad en general, hace apenas tres años surgió una cúpula llamada el COMIR (Consejo Mexicano de la Industria de las Reuniones) que agrupa a las 11 asociaciones antes mencionadas y que cuenta con comités legislativo, de estadísticas, de comunicación y eventos, ya que son los responsables del Congreso Nacional de Turismo de Reuniones (CNTR) que antes era liderado por la Secretaría de Turismo .

Por último, en relación al apoyo institucional que ha merecido esta jóven industria, vale la pena mencionar que éste ha evolucionado, aunque no ha podido salir de la esfera del sector turístico de la administración pública federal e incluso estatal (aún con su evidente relación a los sectores económicos y académicos). El reconcimiento como “segmento” comenzó en SECTUR con un pequeño departamento que atendía lo relacionado a esta actividad, lo que al surgir el CPTM se convirtió en la Oficina de Congresos y Convenciones y posteriormente su Dirección Ejecutiva con sede en la Ciudad de Washington, DC (por la relevancia del mercado de asociaciones en esa ciudad), sin embargo, el presupuesto asignado a la atracción de eventos y al soporte oficial a esta industria nunca llegó a representar más de un 3 o 4% de lo destinado a la promoción aún cuando aporta el equivalente al 17% de la derrama turística total en el país.

Comentó las tendencias y demandas globales de la Industria, algunas tendencias globales que vale la pena destacar en la atención a la industria de las reuniones son: Hoteles y prestadores requieren ser más transparentes en transacciones y negociaciones comerciales; Mejorar la experiencia integral del participante (cuidado de salud y autenticidad entre otras); Preocupación por ciudado del ambiente y legado social (programas de RSE en reuniones); Enfoque creciente en co-creación de contenidos junto con las comunidades locales; Grupos multiculturales, multi generacionales y multideológicos (las reuniones generan puentes); De la Segmentación Demográfica a la Atención Psicográfica de los participantes en reuniones; Economía compartida como cambio de paradigma de la propiedad y confianza; La sociedad del yo-nosotros que nos hace compartir presencial y virtualmente experiencias (selfies); De Meeting Planners a “meeting architects o 
designers”; Mayor enfoque en administración de riesgos y disminución de inseguridad física y cibernética; Expansión de capacidades en tecnología inteligente, realidad virtual y predictiva (Big Data); Los premios o incentivos se mueven hacia lo “personalmente” significativo (Personalización).

Escenario Ideal y Pasos a Seguir (industria y apoyo institucional)

En primer lugar, sería ideal que los líderes del sector privado luchen por la continuidad en los avances, proyectos, alianzas y presencia en los mercados que se había generado desde el CPTM. En ese mismo orden de ideas, se debe pugnar por lograr presupuestos más agresivos (explorando fuentes de financiamiento público-privadas) en postulaciones para congresos internacionales, de acuerdo a los parámetros de la competencia. Para ello, se debería de renovar el Programa de Embajadores para Congresos en que líderes de sociedades científicas, empresariales y profesionales del país con influencia en sus gremios a nivel internacional, sean los que, apoyados por las instituciones y asociaciones mexicanas, levanten la mano para atraer eventos de todo tipo a los destinos de nuestro país.

Sería muy importante también procurar una atención más integral y transversal de la industria, incluyendo instituciones de los sectores económicos, educativos y diplomáticos (no sólo turismo). Debería de existir una plataforma consistente de interlocución público-privada reconociendo al COMIR y sus organismos miembros. A su vez, el COMIR deberá buscar mayor nivel en su representatividad participando en el CCE o al menos en la CONCAMIN ya no necesariamente solo ligado al CNET.

Por último aseveró que “creo que es esencial pugnar porque se realice una medición más sistemática del impacto económico, social y educativo de la industria de reuniones, ya sea con una extensión de la cuenta satélite de turismo o involucrando al INEGI para lograr consistencia y continuidad en los indicadores necesarios para la toma de decisiones en todos sentidos”.

Y concluyó la ponencia al afirmar que el inicio de una nueva administración es una oportunidad para evaluar el camino andado, reforzar las estrategias que han sido positivas/productivas y modernizar, de acuerdo a parámetros internacionales, la maquinaria público-privada de atención de nuestra querida industria.

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